Capítulo 20 - Un imbécil arrogante y creído, pero puesto en su lugar.

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– ¿Cómo que no has hablado más con Marena? ¿Por qué? ¿Desde cuándo? ¿Se pelearon? –Preguntó Harry

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– ¿Cómo que no has hablado más con Marena? ¿Por qué? ¿Desde cuándo? ¿Se pelearon? –Preguntó Harry.

– Primero no hemos hablado porque las reuniones del equipo me han tenido muy ocupado y me queda difícil, hablamos por mensajes y ella también ha estado ocupada porque como su hermano no la puede llevar por las reuniones decidió aprender a manejar y tiene clase por las tardes y segundo no nos hemos peleado porque no somos nada.

– No le has contado de Antonella ¿verdad? –Habló Lorenzo.

– No, no sé cómo decirle. No es tan fácil y menos después de como vio como traté a Antonella esa noche. Es difícil, pero se lo diré cuanto antes –resoplé.

– Es fácil Chris porque tú no hiciste nada malo, fue ella y Mar no te va a decir nada, además ella es buena chica y a leguas se le ve que le gustas también, ella va a entender ¿ya te le declaraste? –Dijo Harry.

Los chicos tienes razón, debo hablar con Mar y explicarle por qué había tratado así a Antonella ese día y también le tengo que decir que me gusta, no puedo perder el tiempo.

Le escribí a Nain para decirle que ya estamos abajo esperándolo. A los segundos llegó y nos dejó pasar hasta el jardín. Nos sentamos en las tumbonas y nos pusimos a hablar de trivialidades. Llevábamos una hora hablando y Mar no había aparecido, cuando acepté la invitación era con la idea de ver a su hermana y es la hora y no ha salido al jardín. Nos tomamos el juego y decidimos pedir unas pizzas.

– Auch –le devolví el manotazo a Harry.

– Idiota te pegué para que mires hacia atrás –se quejó mi mejor amigo. Me volteé y ahí estaba ella. Llevaba un short y una blusa roja de tirantes delgados y unas pantuflas blancas. Tenía el cabello suelto, estaba en la puerta de la cocina hablando por celular riéndose–. Cierra la boca Klein que se te sale la baba.

– Oye, cállate que te van a escuchar –lo reprendí–. Se ve hermosa y más riéndose. –La dejé de ver cuando me miró. Se quedó unos quince minutos parada en la puerta hablando por celular y yo tenía mucha curiosidad de saber con quién hablaba.

– Hola chicos –nos saludó Mar colgando la llamada–, saludos de Antoni. Viene el viernes para verlos nadar.

Saber que hablaba con Antoni me tranquilizó un poco. Me estoy volviendo un poco celoso antes de tiempo.

– Hola Mar –la saludé levantándome de la tumbona. Ella me sonrió amablemente.

– Pedimos pizzas ¿te quieres quedar? –Dijo Lorenzo mirando a la chica que me gusta.

– Vale –ella asintió. Se sentó a mi lado y aproveché que los chicos se pusieron a hablar entre ellos para yo hablar con Mar.

– ¿Cómo te va con las clases de conducción? ¿Ya aprendiste todo? –Pregunté sonriendo.

Amor de aeropuerto ¿Destino o casualidad? (Biología Amor #1) +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora