Marena, es una chica de diecisiete años y prácticamente toda su vida ha pasado viajando de ciudad en ciudad junto a sus padres y su hermano gemelo. Ella nunca ha tenido amigos, no se ha enamorado, no ha probado el alcohol y mucho menos a asistido a...
Este capítulo está dedicado a una de mis hermosas chicas: @lectorawatt10 besos hermosa.
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Haber salido con mi madre al centro comercial había sido la peor decisión que había tomado en mi vida, no recordaba como era salir con ella a comprar. Llevábamos cuatro horas comprado cada cosa que ella veía porque según era necesario y estaba loca, quién va a comprar un jarrón amarillo y eso no era lo peor, el jarrón costaba veinte dólares y era super horrible, sinceramente mi madre está perdiendo el gusto de comprar las cosas. Mi hermano y yo ya habíamos comprado nuestras cosas hace más de dos horas y mi madre aun decía que quería seguir comprando aprovechando que había descuentos.
– Mamá, Nain y yo tenemos hambre acaso no sabes qué hora es –musité a su lado cogiéndola del brazo–. Primera vez que te veo comprando cosas en descuento.
– Ya se que son las dos y media. dame unos minutos más y salimos–expresó–, no es mi culpa que las cosas estén en descuento, no sabes lo que busqué esto –dijo mostrándome unas alfombras.
Salí del almacén y me senté en un sillón junto a mi hermano que estaba tomándose un batido.
– La próxima que mamá nos diga que la acompañemos a comprar por favor invéntate una excusa –le dije a mi hermano poniendo mi cabeza en su hombro.
– Eso haré porque sinceramente estoy cansado y aburrido. Llevábamos cuatro horas aquí y sin almorzar –respondió tendiéndome el batido–. Papá me llamó hace media hora para salir a almorzar, pero apenas le dije que mamá está comprado dijo que lo haría solo porque íbamos a demorar mucho.
– Geme, más tarde me acompañas a comprar el celular, pero los dos sin mamá porque no quiero demorar otra eternidad comprando con ella –susurré riéndome.
– Oigan hieren mis sentimientos –dijo nuestra madre poniendo su mano en el pecho.
– Es la verdad mamá, hemos durado cuatro horas y prácticamente has comprado casi todo el centro comercial –habló mi hermano riéndose.
Por fin después de cuatro largas horas que parecieron un siglo salimos del centro comercial a almorzar. Tenía tanta hambre que podía comerme todo un restaurante entero literalmente. Entramos a la autopista la cual tenía un trafico horrible ya que es jueves y se acerca el fin de semana y son las tres y quince de la tarde. lo que lleva a una hora pico aquí en Los Ángeles según mi padre.
– ¿Dónde almorzaremos? –Preguntó mi madre mientras llamaba a mi padre.
– Vamos a McDonald's –sugirió mi hermano.
– Buena idea, pero hacemos el pedido y comemos en casa porque quiero cambiarme de ropa ya –afirmé.
– Estoy con tu hermana –dijo mamá.
– Aburridas –exclamó mi hermano poniendo los ojos en blanco.
La autopista tenía tanto tráfico que ya llevábamos media hora sin poder avanzar mucho. Nunca he podido entender porque las personas vuelven de sus viajes de vacaciones a ultima hora teniendo toda una semana para regresar a sus casas sin tener que hacer tráfico.
