Capítulo 36 - Amenazas y reclamos.

54 2 0
                                    

El fin de semana quedó maravilloso

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El fin de semana quedó maravilloso. Todos salimos el sábado a Nocturna y el domingo al cine. Habíamos pasado un buen rato todos juntos. Cada vez me gusta más pasar tiempo con mis amigos y amigas, hacemos un buen grupo de amigos y le pido a Dios y a la vida que siempre nos mantenga unidos.

Salí de la piscina del instituto y caminé hasta los vestidores para bañarme y cambiarme. Habíamos empezado desde hoy a practicar nuevamente para no perder la rutina.

– Christopher –me llamó una voz femenina detrás de mí, me di la vuelta y ahí estaba Antonella con una gran sonrisa. Le volteé los ojos y volví a caminar, lo mejor que podía hacer era ignorarla. Entré en los vestidores y la intensa me siguió y cerró la puerta.

– ¿Qué diablos quieres? –Espeté bruscamente.

– Uy, alguien está de mal humor hoy –se sentó y se cruzó de brazos–. Si quieres puedo quitártelo.

– No necesito nada de ti así que lárgate Antonella.

Se levantó y caminó hacía mí. Yo retrocedí impulsivamente cuando se paró enfrente de mí. Se acercó más y subió sus manos a mi cuello y entrelazó sus dedos.

– ¿Por qué te tensaste? –Sonrió ella.

– Porque no quiero tenerte cerca y eso lo sabe mi cuerpo así que no insistas con algo que jamás pasará entre nosotros –me solté de su agarré y la agarré del brazo. Caminé a la salida y la saqué–. Entiende que no quiero nada contigo y deja de andar rogándome que nunca cambiaré de opinión. Lo mejor que puedes hacer es alejarte de mí y tener un poco de dignidad y orgullo.

Estaba furioso y estaba perdiendo mi autocontrol. Jamás podría volver con Antonella después de lo que me hizo y menos ahora que estoy con la mujer que mas he amado.

– Te juro que te arrepentirás de todo y cuando eso pase sufrirás porque a mí nadie me ofende –me amenazó furiosa y cuando estaba por responder apareció Nain.

– ¿Qué pasa aquí? –Alzó una ceja con desagrado.

– Que te importa imbécil –espetó ella–. Dile a tu hermana –señaló a mi cuñado– que pagará por haberme quitado el amor de Christopher y de mi cuenta corre que no estarán para siempre juntos y sufrirá y de eso estoy segura –dicho eso se fue. Nain me miró con los ojos bien abiertos del asombro.

Entramos a los vestuarios y me senté para tranquilizarme.

– ¿Por qué esa desquiciada está amenazando a mi hermana? –Preguntó cruzándose de brazos.

– Porque la rechacé y porque está sola –dije.

– Más vale que esa loca no haga algo contra la vida de mi hermana porque no soy responsable de mis actos así que ten alejada a esa chica inmadura de Mar.

– Eso haré, no tienes que decirlo.

Dejamos de hablar y fuimos a bañarnos. Nos encaminamos juntos a la cafetería para almorzar. Los demás ya estaban en la nuestra mesa.

Amor de aeropuerto ¿Destino o casualidad? (Biología Amor #1) +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora