Capítulo 43 - Corazón roto.

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Los días pasaban y el dolor crecía

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Los días pasaban y el dolor crecía. Nunca me imaginé que el dolor de un corazón roto doliera tanto. Subestimé a todas las personas que han pasado por esta mierda. Todo era un completo caos. Mis padres habían viajado con los padres de Paul a Boston, lo cual agradecí. Nain quería matar a Christopher, había dejado de ir a las clases para quedarse a cuidarme, él sufría por verme sufrir. Cada noche echaba gotas de calmaste para que yo pudiera dormir, mi hermano pensaba que no me había dado cuenta, solo lo dejé porque hasta yo sabía que necesitaba eso para poder dormir. Las chicas pasaban toda la tarde consolándome, me traían helados y chocolates para pasar la cruda de un corazón roto y sí que se lo agradecía porque cuando ellas estaban conmigo olvidaba un poco todo el dolor que sentía. Los chicos venían muy poco a verme y los entendía porque según Lana, Christopher estaba pasándola mal, asistía a clases con unas grandes ojeras.

Habían pasado seis días. Seis días en los cuales cada día el dolor no se iba, sino que aumentaba porque lo extrañaba. Extrañaba los besos, abrazos y carisias de Christopher. extrañaba todo de él, me había acostumbrado a su presentía que dolía no tenerlo cerca. Me volví tan dependiente de él que ahora no sé cómo seguir adelante, todo me recuerda a Chris, cada noche sufro en silencio y duermo con una camiseta de él. Siempre que mi hermano se duerme me encierro en mi habitación y lloro hasta quedarme sin lágrimas. No sé hasta cuando podré soportar este dolor. Todo me supera porque jamás pensé que esto me pasaría. Christopher ha intentado miles de veces comunicarse conmigo, me llama cada rato y llena mi bandeja con mensajes de voz y que decir de los mensajes de WhatsApp, me envía uno cada segundo, tengo como mil mensajes de él y ninguno sin leer.

Estaba acostada en el sofá de la sala esperando a Emma y a Nain, habían salido por algo de comer. Nos íbamos a reunir aquí en casa, Maggie, Emma y yo porque Lana tiene una cena con Paul en casa de ella y Michel tiene una reunión de beneficencia, así que seriamos las tres porque Nain se quedará en su habitación hasta que Emma se desocupe.

Sonó el timbre y me levanté del sofá con una flojera más grande que yo. Abrí y con lo primero que me encontré fue con un Christopher arrodillado.

– Perdóname.

– ¿Qué haces aquí? –Espeté aguantándome las ganas de llorar.

– Necesito que hablemos, amor.

– No tenemos nada de qué hablar, todo quedo dicho con esas fotos y no vuelvas a decirme amor porque no soy nada tuyo, ahora vete de mi casa.

– No –se puso de pie–, yo no he hablado y necesito que me escuches –dio un paso hacía mí y yo retrocedí–. Fui imbécil, lo acepto, pero te amo. Eres todo para mí, eres mi vida, mi único amor y vivo solo por ti –lágrimas comenzaron a descender por mis mejillas–. Te juro que jamás fue mi intención acostarme con ella. Yo estaba borracho y las chicas me dejaron acostado en la cama y cuando sentí que alguien se acostó a mi lado le pregunté si eras tú porque pensé que habías regresado de la isla y ella me dijo que si eras tú y yo de estúpido me confié de sus palabras y después de eso no recuerdo nada más, por favor créeme.

Amor de aeropuerto ¿Destino o casualidad? (Biología Amor #1) +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora