Llegamos a la isla pasadas las diez. Dejamos las maletas en las habitaciones y bajamos a la sala. Salimos a la terraza de la cabaña y nos sentamos a hablar y comer pizzas congeladas.
La isla era hermosa. Todas las cabañas son de dos pisos e incluyen jacuzzi y piscina. Todas las cabañas están rodeadas de palmeras. El agua es cristalina, lo que hace ver el mar aún más bello. Mi padre había decidido que después de almorzar íbamos a hacer un recorrido por toda la isla para conocerla mejor.
La cosa que me dio más risa cuando llegamos a la isla fue ver que la isla no era como yo me la imaginaba. Según yo, pensé que la isla era pura selva y animales salvajes por todos lados y bueno no me juzguen porque eso lo he visto en películas y creo que debo de dejar de verlas porque si no me volverán loca. En cambio, esta isla es como si fuera un pueblo dentro de la isla porque tiene un puerto gigantesco con yates y todo tipo de barcos, tiene un local donde alquilan autos y miles de tiendas de ropa, comida, entre otras cosas y lo que más me gusto fue el acuario que tiene –eso lo vi en un folleto– y que tuve que llorarle prácticamente a mi padre para que fuéramos a conocerlo y claro como lo imaginaba, dijo que si, pero cuando fuéramos a recorrer la isla.
Lex no dejaba de contar anécdotas sobre un grupo de fans que lo comenzaron a acosar cuando se enteraron que estaba soltero nuevamente y bueno entiendo a esas chicas porque Lex es divino, blanco, cabello rojizo, ojos verdes y encantador. Ha tenido dos novias a lo largo de su vida y con ninguna de las dos relaciones han funcionado bien.
Lex terminó de contar sus decepciones amorosas y nos subimos al auto que rento mi madre para ir a almorzar a un restaurante que reservó.
Llegamos al restaurante quince minutos después. No era un restaurante como el de la ciudad, pero si era bonito. Era al aire libre y del techo colgaban lucen de todos los colores –obviamente para la noche–, a nuestra derecha estaba un pequeño jardín y una pequeña fuente, a la izquierda había varios juegos infantiles para los niños que visitaban el restaurante y al fondo del restaurante había un mural con el nombre de la isla y un atardecer de los más hermoso.
El mesero nos trajo la carta, pero nuestro padre ordenó sin dejarnos ver otra opción de comida porque según él, lo que había pedido es la mejor comida que sirven ahí. Mientras nuestra comida llegaba mi padre comenzó a decirnos cómo había conocido a mamá en la universidad. Todos estábamos tan atentos a las palabras de papá.
– Bueno, pero era la rubia más hermosa de toda la universidad –dijo papá viendo embobado a su esposa–. Al principio se hizo la difícil, sin embargo, no pudo resistirse a este partidazo.
Todos soltamos la risa sin importarnos las personas a nuestro alrededor.
– No exageres –bufó mamá–. Fuiste tú quien no se resistió a mí porque siempre que te veía me estabas viendo con la baba cayendo a tu camisa –nuestro padre quedó estoico y nosotros solo pudimos reírnos–. ¿Qué? ¿Vas a negar eso? Andrew, tú y yo sabemos que es así, así que no trates de negarlo ahora solo para quedar bien delante de nuestros hijos y de Lex –podía ver la risotada que mi madre estaba aguantando para no soltarla y dejar que mi padre admitiera que era cierto lo que su esposa había contado.
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Amor de aeropuerto ¿Destino o casualidad? (Biología Amor #1) +18
Teen FictionMarena, es una chica de diecisiete años y prácticamente toda su vida ha pasado viajando de ciudad en ciudad junto a sus padres y su hermano gemelo. Ella nunca ha tenido amigos, no se ha enamorado, no ha probado el alcohol y mucho menos a asistido a...