Nunca en la vida había deseado tanto que llegara un día como ahora, desde que Chris me había dicho de salir a cenar y de quedarme con él en su casa no dudé ni un segundo en aceptar, estaba tan feliz por esa invitación y eso me enamoró todavía más de él. Desde que mi bello novio me hizo la invitación solo han pasado dos días y estoy que me muero. Con las chicas he quedado hoy por la tarde en ir a comprar el vestido en la boutique de la mamá Harry, ya que cuando les conté de la invitación de Christopher se pusieron feliz y enseguida me dijeron que debía comprar un hermoso vestido para la velada y no solo de la cena sino cuando este a solas con él, mis amigas son locas y eso me encanta porque se muestras tal y como son. Por otro lado, estaba nerviosa porque todavía no le decía a mi madre que me quedaría esa noche con él y no sé cómo va a reaccionar ante eso, me carcome eso y solo quiero que no me ponga problemas, aunque Nain dijo que me ayudaría y no sé qué esperar de él porque es muy impredecible y yo solo quiero que tanto mamá como papá acepten. Mi plan era decirles que me daría con las chicas, pero después de pensarlo bien no quería mentirles a mis padres, nunca lo había hecho y esta no iba a ser la primera ocasión, prefiero que me digan que no a que tenga que mentirles.
– Cariño, llegaron las chicas –grita Nain desde la entrada de la casa. Cojo el bolso del sofá y camino a la salida. Me despido de mi hermano, saludo a las chicas y me subo en el auto de Maggie. Como hoy miércoles es nuestro día de chicas habíamos quedado en comprar el vestido primero y si se nos hacía tarde solo comeríamos en algún restaurante y para el próximo miércoles si iríamos al cine.
Madia hora más tarde Maggie aparcó el auto en el parking de la boutique. Entramos y agradecimos que el lugar estuviera solo.
– Ya regreso, voy a saludar a mi suegris –dijo Maggie entrando a un pasillo.
Mientras Maggie saludaba a la mamá de Harry, nosotras íbamos viendo los vestidos para no perder tiempo. Michel cogió como diez vestidos entre rojos, verde esmeralda –porque según ella el verde me queda fenomenal– y negros, Lana optó por uno rojo y uno blanco y Emma escogió uno vinotinto.
– Este es el décimo vestido que me pruebo –me quejé, me había probado muchos y ninguno me gustaba–, en vez de ayudarme me están complicando las cosas.
– No te quejes –se indignó Michel–, yo soy mala para la moda y Maggie siempre es la que me ayuda.
– Esperemos que regrese entonces –sugirió Lana y nosotras asentimos y nos sentamos mientras bebíamos té. Media hora después regresó Maggie con su suegra.
– Hola chicas –saludó la señora Mackenzie–, me contó Maggie que vinieron a comprar un vestido para una ocasión especial –todas estábamos atentas a lo que decía la suegra de mi amiga– y están de suerte porque anoche me llegó la nueva colección y nadie la ha visto así que serán las primeras –nos señaló uno de los pasillos y todas la seguimos. Al igual que las chicas estaba ansiosa. Entramos en una pequeña bodega y la mamá de Harry sacó dos bolsas y en cada uno iba un vestido, regresamos a la habitación donde se mide la ropa.
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Amor de aeropuerto ¿Destino o casualidad? (Biología Amor #1) +18
Teen FictionMarena, es una chica de diecisiete años y prácticamente toda su vida ha pasado viajando de ciudad en ciudad junto a sus padres y su hermano gemelo. Ella nunca ha tenido amigos, no se ha enamorado, no ha probado el alcohol y mucho menos a asistido a...