XXXIX

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Si T/n era sincera, realmente nunca espero ver a su hermana de nuevo de esta manera, claro, ella en verdad deseaba que volviera a la normalidad, pero era realista; sabia que eso no sucedería. Siempre creyó que moriría sin verla una vez más y aún así, hizo lo que hizo por ella, no le interesaba que estuviera detrás de un cristal, esa de ahí seguía siendo su hermana mayor, nada de eso había cambiado.

Y ahora estaba aquí, justo frente a ella. Era la misma a la que no veía tan vívidamente desde hace más de siete años.

La gemela castaña sacudió su cabeza con fuerza, como si las lagrimas que estaban comenzando asomarse por sus ojos fueran a desaparecer por la acción. No funcionó.

Tan pronto como T/n tomó aire de nuevo con profundidad, Armin movió a Connie hacia otro lado, dejando el paso libre para cualquiera de las dos que quisiera avanzar primero.

Por supuesto, fue T/n quien lo hizo.

-Annie...¡en verdad eres tú!-exclamó mientras se abalanzaba hacia la rubia que a pesar de estar feliz de verla, su rostro no mostraba otra emoción que no fuera cansancio.

Era un habito en la castaña abalanzarse a Annie desde que eran pequeñas, pues ella era la más afectiva de ambas, hacía tanto tiempo que no lo hacia que se sentía extraño sentirlo de nuevo luego de más de siete años.

-No puedo creer que en verdad estás aquí, libre de ese cristal-siguió sollozando, aferrándose con fuerza de la capa que tenia puesta la rubia-. Nunca...nunca creí que en verdad volvería a tenerte a mi lado, después de tantos años, luego de todo lo que sucedió...Yo te extrañé tanto, Annie...

Annie no dijo ninguna palabra, pero sostuvo a su hermana entre sus brazos con todas las fuerzas que tenia en ese momento, acarició su cabello y la dejó seguir lloriquear hasta que tuviera suficiente. Cualquiera podría pensar que la rubia no sentía ninguna emoción por volver a ver a su gemela después de tanto tiempo, pero todos estaría equivocados, su hermana y su padre son lo único en el mundo que quería volver a ver. Quería llorar, gritar y saltar de felicidad por tenerla junto a ella, pero Annie no era ese tipo de persona; esa era T/n, siempre había sido ella. La mayor solo quería que su hermana se aferrara a su cuerpo todo el tiempo que necesitara y la abrazara con fuerza hasta estar segura de que estaba bien.

-Yo también te extrañé...Todo era tan solitario sin ti, me sentía tan sola..-contestó en voz baja, tan despacio que nadie más que su hermana pudo escucharlo. T/n se aferró aún más fuerte que antes y derramó más lagrimas que antes, disculpándose por no haber sido tan fuerte como para que la mandaran a su lado.

-En verdad son muy parecidas...Es justo como Pieck-san nos dijo hace tiempo..., T/n-san es un poco más alta y su cabello más oscuro, además sus personalidades parecen ser completamente diferentes...-murmuró Gabi, creyendo que nadie más que Falco la escucharía.

Armin y Connie rieron un poco al escucharla. En verdad si eran muy distintas a pesar de que ambas fueran gemelas. Era imposible no poder distinguirlas, además se su color de cabello.

T/n escuchó los murmullos de los otros cuatro que estaban presentes, al principio los ignoró y siguió abrazándose a su hermana, pero después de un tiempo comenzó a sentir ganas de reír al escuchar como las comparaban. Era cierto, ni Gabi, ni Falco llegaron a conocer a Annie.

Lentamente se desprendió de los brazos de Annie y volteó a ver a sus compañeros con los ojos completamente rojos por sus lloriqueos, asustándolos por verlos tan fijamente y después comenzar a reír.

-Somos completamente diferentes-mencionó T/n, parándose justo al lado de la rubia-. Annie es aburrida, yo divertida, ella no habla, yo hablo mucho...Podría darles muchos ejemplos.

-T/n-san...-Gabi la llamó, ignorando un poco sus palabras.

La niña sentía que tenia que disculparse con ella, la había acusado tanto todo este tiempo, la culpó de todo, la odió, nunca la dejó explicar su situación. Gabi se sentía tan mal, porque a pesar de haberla tratado tan horriblemente, ella estuvo a su lado y la intentó cuidar a ella y Falco.

-¿Qué ocurre?-preguntó T/n con emoción de que al fin le dirigiera la palabra-. ¿Quieres que vayamos a buscar a Reiner ya?.

-No...es decir, sí, pero...

-¿Qué pasa?.

Gabi se acercó y la abrazó de la cintura, sujetándola con fuerza, dejando caer un par de lagrimas sobre su ropa magullada. Todos se sorprendieron, incluida Annie, pero nadie dijo nada, no querían arruinar el ambiente.

-Perdóname, yo no tenia idea de nada-se disculpó finalmente-. Desde que llegamos aquí no he parado de gritar que te odio, de culparte, de tratarte tan mal...Fui muy idiota, tenías motivos para hacer lo que hiciste, e incluso así te preocupaste hasta el final por todos nosotros, peleaste a nuestro lado a pesar de que las fuerzas de Marley te atacaron...Nos protegiste y estuviste a punto de morir por Falco...Y yo fui tan cruel, lo siento mucho, estaba equivocada sobre todo.

T/n sintió ganas de llorar de nuevo. Abrazó a Gabi y sonrió con sinceridad.

-No tienes que disculparte por nada, era obvio que todo eso pasaría y yo lo sabía muy bien. Estoy tan feliz de que me perdones tú a mí.

Pero su felicidad no podía durar tanto.

-No quiero interrumpir su reconciliación, pero creo que deberíamos irnos y reunirnos con los demás. Aun tenemos cosas por hacer.

-Connie tiene razón, debemos ponernos en marcha.

-Sí, andando.

(....)

-Disculpen...

Hange llamó al par de personas que se encontraba montada sobre el titan carguero, observando como los titanes colosales avanzaban directo a Marley.

Pieck reaccionó rápido y hizo que el titan se acercara peligrosamente a la comandante de la legión, pero deteniéndose cuando puso sus manos frente a ella y gritaba con espanto.

-¡No me comas!-exclamó-. ¡Estoy desarmada!.

Aún así, tanto Porco como el capitán Magath, quienes acompañaban a Pieck, apuntaron el arma hacia Hange y el cuerpo inmóvil de Levi que había sido atacado antes.

-¿El hombre ahí?-señaló a Levi-. Es un indefenso que se rehúsa a morir.

Pieck se movió hacia Hange y Levi por ordenes de su capitán y al estar frente a ellos, los dos hombres bajaron al ver a Levi Ackerman sentado en un estado deplorable de ver.

-Mi objetivo es matar a Zeke...Compartimos la misma meta...Theo Magath, Porco Galliard, Pieck Finger...

Ambos capitanes hablaron un poco más y al final llegaron a un acuerdo que podría ser la solución, si es que había una.

-Unamos fuerzas.

Aún con desconfianza por parte de los soldados de Marley, comenzaron a idear una manera de lograr su cometido y de incluir a los demás que aún se encontraban en la ciudad.

-Por cierto-Hange dijo por ultimo, sin ninguna mala intención-. Lamentamos lo que ocurrió en Marley...Y lamentamos mucho todo lo que sucedió con T/n.

Pieck se enfureció con la simple mención de su nombre.

-No hables sobre ella, ¡no la conoces!.

-Lo sé, no la conozco lo suficiente, pero sé que es una buena persona que tan solo quería asegurarse de que su hermana estuviera a salvo de los demonios de la isla.

-Guarda silencio-repitió Pieck, con el mismo tono agresivo-. Deja de hablar.

-Si les sirve de algo... Ella nunca tuvo idea del ataque a Marley, también la engañamos.

-¡Que te calles!-gritó Porco. Enojado de lo que estaba escuchando.

Las palabras de Hange resonaron sobre la mente de Magath y Porco por un buen rato, haciéndolos pensar sobre la situación a la que ella se enfrentó.

Porco lo sabía, era su maldita mejor amiga, pero aún estaba tan herido por haber sido engañado durante tanto tiempo.

-No estamos aquí para hablar sobre ella. Estamos aquí porque tenemos el mismo objetivo. ¿Dónde están tus subordinados?.

𝑳𝒂𝒛𝒐𝒔 𝑰𝒏𝒒𝒖𝒆𝒃𝒓𝒂𝒏𝒕𝒂𝒃𝒍𝒆𝒔 (𝑷𝒊𝒆𝒄𝒌 𝑭𝒊𝒏𝒈𝒆𝒓) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora