Capítulo XXVI

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Lugar desconocido: fuerte de la isla
paradise

Año 851
¿Ellos son los demonios?

—¿Niccolo?—preguntó una voz feminina al chico que pasó junto a ella, un rubio con un delantal de cocina, parecía que acababa de terminar su deber.

Niccolo, el mejor cocinero dentro del ejército que Marley tenía, un hombre entrenado para la guerra, pero que definitivamente era más útil en otra área.

—¿T/n Leonhart?

—¡Sí, la misma!

—¿Qué haces aquí?—preguntó confundido, luego su rostro se palidecio—. ¿Marley te mandó, ellos lo saben?.

—No... —contestó lentamente la chica, nerviosa por alguna razón, lo que extrañó a Niccolo—. Es una larga historia....

—¿A qué te refieres con eso?.

Entonces ella decidió contarle su historia al viejo conocido que no veía hace años.

—Entonces, lo que quieres decir es que... ¿los estás traicionando?, ¿a todos ellos?, ¿tus compañeros?... ¿A Pieck?—preguntó con un poco de enojo el chico rubio. Su tono molesto salió sin pensar, lo que era irónico, pues él mismo los había estado traicionando por un tiempo.

—Bueno, eso parece, ¿no?—contestó con tristeza la castaña.

T/n había llegado hace poco al punto de reunión que Zeke le mencionó, había dicho que debían reportar todo lo que él ejército Marleyense trama contra la isla y lo aceptó, sabía que eso significaba ser un traidor.

Pero nunca imaginó que la haría ir junto a él, a decir verdad, ella creía que nunca cruzaría palabra con aquellos eldianos y aunque no los odiaba ni mucho menos, era incómodo verlos.

Traicionó a su nación, ¿quién dice que no puede traicionarnos a nosotros?, es lo que pensó que ellos creerían cuando estaba a punto de bajar del barco en compañía de Zeke.

Por suerte encontró a Niccolo en medio de toda esa incomodidad y se sintió un poco aliviada.

—Bueno, quizá yo habría hecho lo mismo que tú—contestó el chico cuando T/n terminó de contar la historia completa, desde su primer encuentro con Eren, hasta como la amenazaron de muerte prácticamente—. Si tuviera hermanos y alguno estuviera en esa situación, definitivamente lo haría.

—Lo sé, yo solo... No quiero que lastimen a mi hermana—contestó con sinceridad—. Aunque aún me siento terrible, ¿qué dirán Porco y Pieck de mí?, ¡incluso los candidatos!.

Niccolo lo entendía, podía sentir como se sentía la chica por traicionar a su gente. Pero también sabía que lo volvería hacer si fuera necesario.

—Bueno, las personas de aquí, ellos no son tan malos... —habló tímidamente luego de unos segundos. Su rostro se puso un poco rojo y continuó hablando—. En realidad, una vez que los conoces son personas normales, como tú y yo.

¿Ella escuchó bien?. Niccolo es un Marleyano puro, odia a los eldianos, entonces, ¿por qué dice algo como eso?.

—¿Qué?, ¿qué mosco te picó?—preguntó sorprendida, olvidando por un momento la culpa que estaba sintiendo—. Odias a los eldianos, tú me toleras a mí solo porque soy una guerrera y salvé tu vida.

𝑳𝒂𝒛𝒐𝒔 𝑰𝒏𝒒𝒖𝒆𝒃𝒓𝒂𝒏𝒕𝒂𝒃𝒍𝒆𝒔 (𝑷𝒊𝒆𝒄𝒌 𝑭𝒊𝒏𝒈𝒆𝒓) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora