XLI

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Una vez que las hermanas tuvieron un tiempo a solas. El grupo buscó algún lugar donde refugiarse por lo pronto, pues aún debían encontrarse con Jean y Mikasa que seguían donde los jaegeristas.

Gabi mencionó como único lugar la casa donde había dejado a Reiner descansar y pronto todos estaban caminando hacia allá para reposar un poco.

Llegaron y todos se dejaron caer en el suelo del interior de aquella casa. T/n se recargó sobre Annie y se quedó profundamente dormida. Falco, Gabi y Connie siguiéndole el paso rápidamente.

—Estuvo esperando tanto tiempo sólo para poder reunirse contigo una vez más—mencionó Armin con una suave sonrisa, observando al par de hermanas—. Buscaba lo mejor para ti. Incluso si eras un cristal.

—Y ustedes la engañaron.

—Sí...—Armin respondió con pesar.

—Está bien—dijo Annie en voz baja, no tan molesta por lo que le habían hecho a su hermana—. De todas formas Eren también los engañó a ustedes.

Armin la vio con dolor.

—Sí... Eren nos ocultó su verdadero plan a todos...

—Deberías descansar—sugirió Annie. Viendo como cabeceaba desde su lugar, luchando por mantenerse despierto—. Yo vigilaré que nadie se acerque.

—Gracias...

Armin no tardó mucho tiempo en quedar completamente dormido, dejando reposar su cuerpo sobre la fría pared. Annie lo vio fijamente por unos momentos antes de cambiar su vista hacia su costado, donde su hermana dormida tan cómodamente recostada sobre ella.

—Eres una idiota—le dijo, una sonrisa asomándose sobre su rostro—. Solo tenias que esperar. 

A las afueras de la ciudad, el grupo, que era dirigido por Armin, se encontró con rostros conocidos. T/n se puso nerviosa al notar quienes eran los otros acompañantes de Jean y Mikasa, Annie lo notó y simplemente apretó su mano. T/n sintió el apretón y se recordó a si misma por qué lo hizo. 

Eran demasiados pares de ojos puestos sobre ellos que la situación no pudo ser más incomoda. Jean, Mikasa y Hange se alegraron de encontrarse con sus amigos y se acercaron rápidamente para ver si se encontraban bien, ignorando por un momento a los otros que los acompañaban. 

Gabi y Falco corrieron en dirección a sus compañeros y se abalanzaron sobre Pieck y Porco, quienes aun estaban un poco sorprendidos de ver a Annie y a T/n. Annie soltó la mano de su hermana y caminó directamente a ellos, señaló a Pieck con su mirada y dio un paso en otra dirección con la intención de que la siguiera. Pieck lo hizo y sus compañeros la vieron confundidos. 

—¿No se supone que la protegerías?—preguntó cuando la sintió detrás suyo. 

—Annie, yo...

—¿Entonces por qué está aquí?, ¿por qué la querían muerta?. 

Pieck no respondió. 

—Creí que la cuidarías mejor—dijo Annie, alejándose nuevamente y regresando al mismo lugar donde estaba antes. 

T/n buscó respuestas en su rostro, intentando averiguar qué era lo que había hablado con Pieck. No hace falta decir que no obtuvo ninguna respuesta. 

—¿Por qué no te acercas a ellos?—preguntó Hange en cuanto se dio cuenta se su presencia. 

—No lo sé, ¿probablemente porque soy una traidora?.

Ella quería ir, en serio quería ir. La Leonhart menor levantó su vista y la encontró observándola, Pieck lo notó y sonrió tímidamente. Moría por acercarse aunque sea un poco y abrazarla, pero temía que eso solo fuera a meterla en problemas con el capitán. 

𝑳𝒂𝒛𝒐𝒔 𝑰𝒏𝒒𝒖𝒆𝒃𝒓𝒂𝒏𝒕𝒂𝒃𝒍𝒆𝒔 (𝑷𝒊𝒆𝒄𝒌 𝑭𝒊𝒏𝒈𝒆𝒓) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora