Capítulo IV

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El regreso de los guerreros y una más.

Zeke Jaeger y Pieck Finger habían estado fuera de Marley por dos meses, que para Porco Galliard y T/n Leonhart fueron los meses más largos de sus vidas. No había nada que garantizará la vida de sus amigos y hermanos, estaban tan ansiosos que ninguno de los dos podía pensar en otra cosa que no fuera eso.

—¿Crees que estén bien?—preguntó Porco. Los dos soldados caminaban juntos por las calles de Liberio—. Dos meses es poco, ¿verdad?.

—Están bien, Pocco—aseguró con una sonrisa su amiga—. Annie y Marcel probablemente son quienes han logrado que sigan vivos en ese lugar y con Pieck y Zeke todo debería ser más fácil.

—Sí, tienes razón, pero... Esos demonios, no sabemos de lo que son capaces—dijo él.

Aunque Porco creía que los eldianos que habitaban la isla eran unos demonios, T/n por el contrario creía que ellos simplemente eran inocentes que pagaban por crímenes que sucedieron hace mucho, mucho tiempo, igual que ellos, pero con la suerte de no vivir aquí. Ella odiaba a Marley, pero decir sus pensamientos en voz alta sólo podría ocasionar la muerte suya, de su hermana y su padre.

Desde pequeña ha creído que todos fueron simples peones de una guerra sin sentido, Marley era ambicioso, queriendo tantos territorios como pudiera tener, nunca conformándose y siempre queriendo más. Pero debía acatar sus órdenes, era leal y gracias a ello, su padre y ella pueden vivir moderadamente en este lugar lleno de injusticia para los eldianos como ella.

—¿Qué crees que haya sucedido para que les tomará todo este tiempo?—preguntó de nuevo Porco. Lo que sea que haya sucedido, debió ser importante, la misión ha durado más tiempo del que se tenía previsto y sin noticias. Y ahora los meses que Zeke y Pieck se habían alejado.

Ella presentía que algo andaba mal, pero decir eso en voz alta sólo haría que su rubio amigo se preocupara más.

—No tengo idea, pero espero que sólo sea que ese rey es difícil de atrapar—aunque ella temía, el fundador era poderoso.

—Sí, deseo lo mismo.

Oh. Que equivocados estaban los dos.

Un barco llegó a las muros de Marley unos días después, dentro de el unicamente había a bordo cinco personas y no seis como se tenía previsto.

Los guerreros traían a bordo a una morena que decía llamarse Ymir, como su fundadora. La chica había sido convertida en titan y en busca de comida y por descuido de los chicos, había terminado devorando al mayor del grupo, Marcel Galliard. Afortunadamente esa mujer había aceptado su pecado y se entregó a ellos con la intención de regresar el titan mandíbula que robó.

Porco y T/n habían llegado inmediatamente después de que recibieran las noticias de la llegada de los guerreros.

No había nada más que desearan en estos momentos que ver a los recién llegamos.

Pero vaya sorpresa que se han llevado.

—T/n, Porco... —habló Pieck cuando los vio atravesar las puertas. Ella había estado fuera de la habitación esperando a que la castaña hiciera su aparición.

Su tono lleno de angustia comenzó a preocupar a los dos chicos que venían corriendo desde sus hogares con una sonrisa.

T/n se detuvo a su lado, mientras que Porco no lo hizo y avanzó hasta entrar a la habitación, con esperanza de ver a su hermano mayor de nuevo.

Pieck sujetó la mano de la chica y la guió por el mismo camino que había tomado Porco momentos atrás, T/n estaba ahora más preocupada, Pieck estaba tensa.

𝑳𝒂𝒛𝒐𝒔 𝑰𝒏𝒒𝒖𝒆𝒃𝒓𝒂𝒏𝒕𝒂𝒃𝒍𝒆𝒔 (𝑷𝒊𝒆𝒄𝒌 𝑭𝒊𝒏𝒈𝒆𝒓) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora