Capítulo XVII

1K 108 22
                                    

Ciudad Liberio: Año 853: Un pequeño descanso para los guerreros.

¿Cómo llegamos a esto?.

—¿Estás molesta Pieck?—Reiner habló, Pieck no había dicho ninguna palabra desde que Zeke mencionó por "accidente" la vez en que él, Porco y T/n habían salido a beber y los chicos terminaron besándose y acostandose. Pieck sabía que ellos salían de vez en cuando, pero nunca se enteró de lo que hacían en esas noches y no pudo evitar sentir unas fuertes ganas de golpear a Porco al enterarse.

—No, ¿por qué, debería?—preguntó de vuelta, su rostro se veía sereno, pero su tono de voz no lo era en absoluto. De lejos se podía percibir el enojo en el.

Zeke rió con ganas, al fin había comprobado su teoría. Pobre T/n, era casi seguro que dormiría en el sofá esa noche.

—¡Pieck, bebe un poco!—una voz interrumpió el tenso ambiente—. ¡También tú deberías hacerlo, Reiner!.

—¡Vamos, beban con nosotros!, ¡venimos a divertirnos!—Porco intervino, abrazando por los hombros a T/n que sonreía, estando de acuerdo—. No todos los días nos dan unos momentos para descansar.

—¡Sí, beban un poco!.

—No puedo—dijo Pieck—. No quiero terminar ebria y acabar besando alguno de estos chicos—fijo su vista en la pareja de amigos que seguía abrazados—. Como ustedes comprenderán.

Reiner reprimió su risa y Zeke rió con fuerza. En verdad tenía razón. Pieck estaba celosa.

—Vamos Pieck, no te molestes—dijo Zeke con una sonrisa—. Aunque a mí no me molestaría si terminaras besándome, después de todo, ebrios no cuenta, ¿cierto chicos?.

Entonces Porco y T/n entendieron lo que estaba sucediendo frente a ellos.

El brazo de Porco se tensó alrededor de su amiga y volteó a verla con nervios. La chica no estaba mejor, su frente parecía estar sudando y su mirada reflejaba temor.

—¡Zeke!—gritó con molestia cuando salió del trance, ella soltó a Porco y se acercó a Pieck con rapidez—. Pieck, te prometo que no es lo que crees.

—Cariño, no estoy molesta—dijo—. Lo entiendo.

—¿De verdad?—preguntó con emoción.

—De verdad—sonrió—. Pero ahora, si me permiten, creo que me adelantaré, buenas noches a todos.

Pieck se puso de pie y comenzó a caminar hacía la salida de la pequeña cantina sin mirar atrás, desapareciendo de la vista de todos pocos segundos después.

—Ella está enojada—dijo Porco cuando desapareció.

—No, ¿tú crees?—preguntó con sarcasmo la chica—. ¡Es culpa tuya!.

—¡¿Ah?!, ¡no es mía, es tuya!.

—¡Tú me besaste esa noche!.

—¡Bueno, tú también!

—¡Pero tú lo comenzaste todo!.

—Oh, ¿así que era verdad?—Reiner preguntó con una sonrisa divertida.

—¿Creíste que mentía?—Zeke le contestó con la misma sonrisa a Reiner mientras veían la pequeña discusión con atención.

—Pensé que querías hacer que Pieck se molestara.

—Quería comprobar algo—se defendió—. Pero eso también, ella nunca se enoja, a menos que T/n esté involucrada.

—Creo que me tengo que ir—la chica declaró con un tono triste, dejó su tarro de cerveza en la mesa y luego suspiró—. Si desaparezco, quiero que sepan que los quiero, excepto a ti Zeke, eres un desgraciado.

𝑳𝒂𝒛𝒐𝒔 𝑰𝒏𝒒𝒖𝒆𝒃𝒓𝒂𝒏𝒕𝒂𝒃𝒍𝒆𝒔 (𝑷𝒊𝒆𝒄𝒌 𝑭𝒊𝒏𝒈𝒆𝒓) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora