Capítulo XIX

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PoV T/n

Ya había pasado el tiempo suficiente encerrada dentro de esa habitación, me había calmado y ahora podía pensar con calma.  Así que salí del pequeño cuarto y los soldados que estaban cuidando fuera me siguieron de cerca, viendo cada uno de mis movimientos.

Aún me consideraban una amenaza, cosa que ciertamente era.

—Vamos, no les haré daño—intenté bromear un poco.

—Guarda silencio.

—Aburridos.

Antes de llegar a encontrar algún rostro conocido, vi de frente a alguien que no esperaba ver.

—¿T/n?.

En verdad era ella.

—Tanto tiempo sin verte—sonreí amargamente—. Ymir.

Ella caminó a paso rápido hacía mí y me abrazó con fuerza, como si ambas fuéramos unas viejas amigas que no se veían en mucho tiempo y no enemigas de distintas naciones.

—¿Qué haces aquí?, ¿cómo llegaste hasta acá?, ¿estás bien?, ¿qué sucedió?—preguntó con confusión, al parecer ella estaba igual de desconcertada que yo.

—¿En serio no lo sabes?—pregunté con un poco de burla, era la esposa de la reina. Debía saberlo, ella negó en respuesta y yo lo tomé con seriedad—. Ustedes atacaron Marley, destruyeron mi hogar, asesinaron a mis compañeros y ahora estoy aquí, varada en la isla sin poder regresar a casa... Si es que queda una a la cual volver antes de morir.

Ymir me vio con sorpresa, su ceño se frunció y pude ver en sus ojos que en verdad ella no tenía idea de lo que yo le hablaba.

—Yo sabía que tendrían una misión importante—mencionó con delicadeza, atando los cabos que aún estaban disueltos por su cabeza mientras me hablaba—. No tenía idea de que ellos irían a Marley...Lo siento, si hubiera sabido algo...Definitivamente me opondría.

—Ellos me engañaron—reí amargamente de nuevo. Ahora era tan común en mí—. Incluso mi propio compañero y amigo, una persona que conozco desde que tengo 12 años me engañó. Trabaje por más de un año al lado de tu gente y ellos simplemente decidieron no decirme que atacarían mi hogar.

Pero Ymir no tenía la culpa de aquello, ella no tenía idea de eso. Ella era mi amiga, además, me debía su vida, por supuesto que no lo haría.

Su boca comenzó a formar unas palabras, unas que no comprendí del todo, pero la interrumpí y sonreí un poco.

—Estoy bien— hablé antes de que dijera algo—. Ahora que sé que estás aquí... ¿Puedes llevarme con mi hermana?.

Annie era lo único que podría querer ver ahora y Ymir debería llevarme a ella, después de todo, yo salvé su vida.

El rostro de Ymir se tensó un poco de nuevo.

—Ya lo sé, mi hermana es una estatua—la tranquilice haciéndole saber lo que ya sabía y evitarle una explicación—. Sasha y Connie no saben guardar secretos, ¿sabías eso?. Ahora por favor, ¿podrías llevarme con mi hermana?.

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El lugar era más tétrico de lo que había imaginado, la única fuente de luz que había en ese lugar eran antorchas bien posicionadas en diferentes puntos y rincones.

—¿No es así, Annie?—escuché la voz de un hombre mencionando el nombre de mi hermana con anhelo, con esperanza de que respondiera a su llamado—. Di algo, por favor.

𝑳𝒂𝒛𝒐𝒔 𝑰𝒏𝒒𝒖𝒆𝒃𝒓𝒂𝒏𝒕𝒂𝒃𝒍𝒆𝒔 (𝑷𝒊𝒆𝒄𝒌 𝑭𝒊𝒏𝒈𝒆𝒓) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora