A la mañana siguiente me desperté temprano y le marqué por teléfono a Adrián, quien no respondió y dejó que entrara la contestadora. Le dejé un mensaje.- Hola Adrián, soy Mónica, pero creo que reconocerás mi voz-suspiré- en fin, estoy bien, me encuentro en casa de mis padres. Siento haberme ido sin decirte, pero era necesario hacerlo para pensar en lo que me dijiste. Nos vemos cuando regrese, si es que todavía estás en la ciudad-colgué. Me quedé unos minutos en silencio.
Fui a mi habitación y saqué debajo de mi cama una vieja libreta de dibujo y salí a sentarme al jardín, dibujé unos rosales que mi madre tenía ahí. Estaba tan concentrada que vi cuando mi padre se sentó a un lado de mí y me habló.
Tuvo que tocarme el hombro para que reaccionara.
-Siempre que dibujas te desapareces de este mundo-sonrió
-Lo siento, sabes que me concentro demasiado cuando lo hago.
- ¿Te sucede algo?
Negué con la cabeza
-Vamos habla, sabes que no se lo diré a tu madre.
Sonreí y asentí.
Con mi padre siempre sentí más confianza que con mi madre. Siempre fue así, incluso hasta la fecha, él siempre es el primero en enterarse de muchas cosas.
Siempre acudí a su consejo. Porque era el mejor dándolos. Escribo era, porque llegó alguien más a mi vida que supo quitarle su puesto.
-Estoy en un dilema-dejé la libreta en la mesa de jardín que estaba frente a mí.
- ¿Cuál es ese dilema?
-Me surgió la oportunidad de mudarme a otra parte
- ¿Y cuál es el dilema? Siempre has sido una mujer independiente. Aún recuerdo cuando nos dijiste que querías irte a la capital a estudiar en esa escuela que te dio la beca o cuando con determinación dijiste que ya no querías seguir estudiando derecho.
-No es por trabajo, es por Adrián-hice una pequeña pausa-Quiere que vivamos juntos en Nueva York. Le dieron una beca y quiere que me vaya con él.
Él suspiró y me miró fijamente.
- ¿Lo quieres?
- ¿A él? -pregunté confusa, porque sabía que era una pregunta con doble connotación
-A él y al hecho de mudarte
Le sostuve la mirada.
-Sí, me gusta mucho, pero tengo miedo, ¿Qué pasará conmigo si lo nuestro no funciona? Simplemente no puedo dejar mi vida para perseguirlo a él, yo también tengo mis sueños.
-Pero el hecho de que te mudes con él, no significa que vayas a renunciar a ellos. Puedes seguir teniéndolos y cumplirlos en cualquier parte del mundo. Lo que en realidad te debe de importar al tomar tu decisión es si en verdad lo quieres como para irte con él, porque vivir y compartir el techo con una persona es difícil, un matrimonio no sólo es sexo, sino, se requiere de paciencia y empatía por la persona con la que has decidido compartir tu vida.
Me levanté y lo abracé.
-Gracias papá. Siempre me das los mejores consejos.
-Tengo que hacerlo, soy tu padre y tu madre se encarga de regañarte. Recuerda que es un trabajo en equipo
Reí y él rió conmigo.
Me senté de nuevo
-Sea, cual sea tu decisión te vamos a extrañar, pero creo que es algo que tú tienes que decidir, me alegra que preguntaras pero desde que te mudaste al Distrito Federal, tú te volviste una persona independiente y tomaste tus propias decisiones Y al igual que todo lo demás, esto es algo que también tienes que hacer por tu cuenta- se levantó-por cierto has mejorado muchísimo-señaló mi dibujo. Y caminó hacia adentro de la casa.
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Nuestras noches de diciembre
RomanceValentina siempre quiso saber, quién fue su padre y por qué su madre nunca lo mencionó. Después de descubrir un cuaderno en el que su madre relata sobre el rompimiento con su novio y la relación con su amable y guapo vecino, decide leerlo, para así...