*Advertencia: Este capítulo puede llegar a contener escenas violentas. No son explicitas, ni muy fuertes, pero lo advierto por si les incomoda y desean saltarse esas partes"
PUNTO DE QUIEBRE.
Eiden Devil.
Eiden Blaken.
Digerí la información sin ser consciente de lo que estaba digiriendo o de cómo me estaba afectando. Me temblaron las manos sobre el papel que sostenía, y cerré los ojos, no sé si por el dolor que sentí a un lado de mi cabeza o por todo lo que pasó en ella.
Porque por desgracia o por fortuna no soy una persona olvidadiza en ciertas ocasiones. Y en ese momento recordé la primera vez que escuché la voz de Eiden, fría, seca, amortiguada y con una clara nota de rabia:
—¿Cuál era tu propósito, ellos ya están muertos? De qué me sirve saber esto.
Hablaba de ellos, de Amelia y Erick.
—Tú eres el que más se parece a él. Al fin y al cabo, es tu...
Tío.
Las palabras de Aaron que Eiden cortó cuando estaban hablando de Jaden, aquella vez que él estaba ebrio y Eiden enojado.
—Jaden no es su nombre. Y su verdadero nombre lo tiene atado hasta los cimientos en cualquier prisión.
Dylan Devil es su verdadero nombre. Lo culparon de los mismo que ha Amelia, y por eso puede ir a prisión.
Y eso significa que lo sabían, Eiden, Aaron y probablemente Samantha, lo sabían.
Aparté el certificado de adopción de mis manos, y lo dejé a un lado. Sentía mi cabeza asfixiada por el agolpamiento de información que me había soltado Jaden.
Amelia. Erick. Eiden. Dylan. Devil. Blaken. Sus padres. Su tío. Está en su sangre, matar, traicionar. Las palabras resonaron en mi cabeza.
—No te contó eso ¿cierto?
Respiré hondo y apreté los dientes cuando lo sentí acercarse. Su silueta sofocó la poca luz que había, alzando su sombra y negrura sobre mí al posarse frente mío. Sentía algo revoloteando en mi interior, algo que me impedía levantar la cara.
Miré al suelo, viendo la punta de sus zapatos.
—No te lo conto porque sabía que no lo verías igual —soltó con voz pausada, agachándose frente a mí—. Cambia la perspectiva un poco ¿no? Padres asesinos, tíos asesinos, abuelo abusador...tal vez, hay algo más...siguió su línea, él es un asesino. La sangre siempre va pesar en nosotros.
Tomó mi barbilla entre sus dedos y me alzó la cara. Jamás había odiado tanto un color de ojos como el suyo. Ese tinte azul oscuro, casi golpeando el negro cuando no había ningún tipo de luz en ellos.
Tensé la mandíbula y apreté mis manos en puños sobre el suelo, sin embargo, no me aparté, no aparté su mano de mi cara, ni mi vista de la suya.
Me concentré en verlo, en sentir cómo el asco que tenía hacia él se extendía en mi cuerpo, como si por algún momento se hubiera apagado, aunque realmente no lo hizo, solo se revolvió con algo más sin dejarme la claridad completa para que lo sintiera. Porque ese pequeño algo que estaba sintiendo en mi interior, se aplacó, se concentró para que pudiera encontrarle una forma. Los bordes que me lastimaban, se volvieron lisos en mi cabeza.
—¿Qué hay en el diario? —le inquirí con voz seca.
Sus ojos se arrastraron con lentitud por mi cara. Como si esperara algo más, o buscara una reacción. Y supongo que obtuvo una, porque esbozó una ligera sonrisa cínica.
ESTÁS LEYENDO
Cicatrices
RomanceAllison Hallen llega a un pequeño pueblo junto a sus padres con la esperanza de dejar su pasado atrás o poder comenzar de cero, pero conoce a un chico que de una u otra manera se meterá en su vida. Ambos tienen un pasado tormentoso e incluso un pres...