Serkan sabía que su novia seguía molesta y no dispuesto a seguir con esa distancia entre ellos, fue a buscarla a su departamento esa noche, con una bolsa con comida, helado y chocolate.
Entró con su llave y lo que vio lo dejó totalmente desconcertado, Eda estaba recostada en el sofá, cubierta con una manta, la televisión encendida y sus ojos llenos de lágrimas, preocupado se acercó a ella y se agacho para quedar a su altura y poder mirarla directo a los ojos.
-Mi amor, ¿Por qué lloras?. - le preguntó preocupado.
-El pato. - murmuró Eda con lagrimas aun cayendo por su rosto.
Serkan la miro sin entender. - ¿Qué pato?. - le preguntó limpiando las lágrimas que no dejaban de caer por su su rostro con sus manos suavemente.
-El pato. - repitió apuntando el programa en la televisión. - El patito cruzaba la carretera siguiendo a su madre y sus hermanitos y... y lo han atropellado. - le contó con un puchero en su rostro. - Entonces cuando la mamá pato se giro buscando a todos sus bebés, no lo encontró.
Serkan no pudo evitar soltar una leve risita, su mirada llena de ternura dirigida hacia ella, le acaricio suavemente su mejilla mirándola, ella era realmente tierna. - ¿Puedo abrazarte?. - le preguntó con timidez, sabía que un no habían hablado de nada, pero odiaba verla llorar y quería hacerla sentir mejor.
Eda asintió levemente y se sentó en el sofá para que Serkan pudiera sentarse a su lado, cuando su novio se acomodo, rodeó su cintura con los brazos y apoyó su cabeza en su pecho, sintiéndose cálida y protegida en sus brazos. - Serkan... - susurró bajito, como si de un secreto se tratara.
-¿Si?. - preguntó acomodando un mechón de su pelo tras su oreja.
-El pato... - susurró aún con pena en su voz.
Serkan sonrió sin saber realmente que decirle para consolarla. - Está en el cielo de los patos, mi amor. - le dijo acariciando su mejilla.
-Pero la mamá pato lo estaba buscando. - le contó triste.
-Ella va estar bien, mi amor. - le contestó con cuidado de no hacerla enojar, había notado que ella estaba más sensible esos días.
Eda asintió y se abrazó más a él, escondiendo su cabeza en el cuello de su novio. - ¿Qué estas haciendo aquí?.
-Vine a verte. - respondió besando su frente. - No me gusta que estamos distanciados.
-Pensé que tenias que trabajar esta noche también. - murmuró Eda con un hilo de voz, nada de malicia en su voz.
-Lo siento. - se disculpó Serkan. - No quiero que pienses que el trabajo es más importante que tu, porque no es así.
-Lo sé. - le aseguró Eda besando su pecho. - Es solo que....
-¿Solo que?
-Te extrañaba mucho y estaba muy ilusionada con nuestra cita. - confesó nostálgica. - Y me he estado sintiendo un poco sensible, supongo que extraño a mis padres, no lo sé ...
-De verdad no quise dejarte plantada, mi amor. - murmuró besando su frente. - Quería terminar todo rápido para poder venir por ti y no me di cuenta que paso la hora hasta que me encontré con Engin, se que estas lejos de tu familia y no quiero que nunca te sientas sola.
Eda asintió. -Yo... yo te compré un pequeño regalo. - le dijo con sus mejillas sonrojadas.
-Lo vi. - dijo Serkan recordando lo que había en la pequeña caja.
-Pensé... que puedes regalarle a la persona que tiene todo - dijo apoyando el mentón en el pecho de su novio para mirarlo a los ojos. - Y luego dije, quiero que nunca olvide lo que significa para mí...
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ᴀғᴛᴇʀ ʟᴏɴᴅᴏɴ [ᴇᴅsᴇʀ]
FanfictionEl inflexible, frío y serio CEO de art life Serkan Bolat se ve obligado a mudarse a Londres por seis meses debido a un proyecto que requiere su presencia, durante su estadía allí conoce a la reconocida paisajista Eda Yidilz, quien le da un inesperad...