Leylah Riddle

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10. Horrocrux, Bell Riddle 

—¿Por te ves tan feliz? —Ron le preguntó —Estas empezando a asustarme

Leylah rodó los ojos, pero aun así no borró su sonrisa —La vida es maravillosa, ¿Por qué no estaría feliz?

Esa mañana se había levantado en una de las camas de la enfermería, Pomfrey le dio el alta luego de revisarla y encontrar todo bien. Harry la estaba esperando por si necesitaba algo, junto a Ron quien mejoró durante la noche.

Hermione le dijo que estaban más preocupados por ella ya que no reacciono al mismo tiempo que el pelirrojo. Leylah solo le sonrió y le restó importancia, ella sabía que no había despertado por besarse con Apolo durante horas en aquel extraño sueño

De hecho, sintió decepción cuando despertó en la enfermería y no con el Dios.

Por los dioses, realmente le gustaba Apolo. Había estado negada a ese sentimiento durante años por miedo a salir lastimada; No quería ser solo otra madre que enviaba a su hijo a la cabaña siete y fantaseaba con que él volviera a amarla

Los dioses nunca eran realmente estables en sus relaciones. Miles de mitos que lo comprobarán, no era seguro enamorarse de ellos

Pero era tarde, ya había caído por uno.

Así que si, estaba feliz y rebosante de alegría

—¿Pueden decirme otra vez como es que terminamos? —Preguntó Ron mirando a su ex novia

—Bueno... — Comenzó Hermione —Ella fue a verte al hospital y hablaron. No creo que fue una conversación particularmente larga

—No me malinterpreten, estoy bien que se acabara, pero se ve muy enfadada

Los cuatro miraron en dirección de la chica, quien los miraba fijamente con odio y apretaba con fuerza su cuchara

—Tienes razón, no parece contenta — Hermione asintió —¿Dices que no recuerdas nada de esa noche? ¿Nada de nada?

—Recuerdo un poco... Pero no es posible, creo que todo es muy confuso

Harry la miró preguntándole con la mirada si sabía de qué estaban hablando ambos, pero ella se encogió de hombros, sin estar segura tampoco.

Katie Bell pasó por detrás suyo junto a sus amigas

—Harry — le hizo saber la castaña — Es Katie — y asintió en su dirección. Harry tardó un segundo en seguirla, levantándose y tomando el libro de pociones del que no se despegaba nunca. Hermione miró a Leylah —¿No vas a seguirlo?

—No, no voy a seguir cada locura que Harry quiera hacer — sacudió la cabeza —Me meteré cuando haya problemas

Draco Malfoy entro al gran comedor y se paralizó al ver a Katie, al igual que la chica al verlo. Harry se dio cuenta de la mirada perdida de la niña en el platinado y ató cabos. Por eso, cuando lo vio huir del lugar no dudó en seguirlo