Leylah Riddle ha pasado los últimos cinco años de su vida viviendo aventuras en el campamento mestizo.
A los trece, justo una semana antes de que terminen las vacaciones, recibe la visita de Albus Dumbledore quien le dice que es una bruja.
Ahora te...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
04. Testamento y boda
Salió de la habitación media hora después, bajó con cuidado los escalones y fue afuera. El vestido que había elegido era largo, más que nada para ocultar las marcas que habían quedado de su última misión en la cueva.
El sol estaba resplandeciente, pero no hacia calor, más bien había una suave brisa que daba un toque fresco al lugar. A lo lejos, vio como los hombres de la familia se reunían alrededor de la gran carpa para poder levantarla con magia
- ¡Todos juntos! -Escuchó gritar a Arthur desde algún lado que estaba fuera de su vista - ¡Uno, dos ...Tres!
La carpa comenzó a levantarse lenta y prolijamente. Se acercó por atrás de Charlie y lo abrazó de costado. El pelirrojo se dio vuelta para mirarla
-Esta preciosa, cariño - Besó sus labios castamente- Como siempre
-Tú también, guapo. El traje te queda realmente bien - Lo miró sonriente -Si sabes que me debes un baile, ¿Verdad?
Frunció el ceño divertido -¿Lo hago?
-Si, no llegaste a tiempo para el baile de navidad
Rio- Ahora lo recuerdo. Tienes razón, te debo ese baile - Le beso la frente con amor y la abrazó contra su pecho. Se quedaron unos segundos en esa posición, hasta que escucharon a alguien acercarse.
Se miraron antes de separarse y caminar hacia el camino de entrada de la Madriguera. Allí se encontraba el actual ministro.
-¿ministro? -Preguntó Arthur -¿Que hace aquí?
-Vengo a hablar sobre el testamento de Albus Dumbledore -Contestó. Harry salió de la casa al escuchar una voz nueva - Necesito una habitación privada y a los herederos del testamento. Harry Potter, Hermione Granger y Ron Weasley
Leylah se adelantó delante del hombre, contándole el paso
-Tiene que darme su varita si quiere hablar a solas con Harry -Sentenció cruzándose de brazos
El ministro la miró durante un segundo y luego a los hombres que la rodeaban. Todos levantaron las manos en señal de que no se meterían.
Nadie, en su sano juicio, quiere contradecir a Leylah
Con un suspiro, contesta -No puedo dejar mi varita a su disposición. Soy el ministro de magia no puedes decirme que hacer
Ella se encogió de hombros -Es verdad, tiene razón ministro -Tiró de su collar que se transformó en un arco y flechas. Tomó una de las flechas que podían herir mortales -Espero no le moleste ser apuntado con un arma entonces
-Leylah, Dumbledore confiaba... -Remus quiso decirle que lo dejara, pero se calló al ver la mirada que le dirigió
-Las cosas en el ministerio no son lo más estables, no arriesgaré la vida de Harry solo porque Dumbledore confiaba en él. También lo hacía con Snape y sabemos cómo terminó todo - Se corrió de la entrada y lo dejó avanzar. - Adelante, póngase cómodo
