Leylah Riddle ha pasado los últimos cinco años de su vida viviendo aventuras en el campamento mestizo.
A los trece, justo una semana antes de que terminen las vacaciones, recibe la visita de Albus Dumbledore quien le dice que es una bruja.
Ahora te...
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02. Rescatar a Harry
Mikael terminó de ordenar su bolso para volver al campamento al día siguiente. El verano había comenzado ya hacía dos meses y solo le quedaba este último para convivir con sus hermanos y Leo.
Una parte de él no quería volver al campamento, si no quedarse con Leylah. Por dos razones.
La primera, estar lejos de ella siempre lo ponía triste. Un sentimiento que le hacía recordar al día en que su madre murió
La segunda, algo malo iba a pasar. Algo que no sabía expresar con palabras, pero que sentía. Como hijo de Apolo, Mikael tenía una buena intuición con el destino.
También lo veía en los ojos de ella. Le mentía cuando le preguntaba que sucedía y escondía cosas importantes.
No iba a mentir, le dolió que no confiara en él y lo mandara rápidamente para el campamento.
También se sentía celoso de Oliver por recibir más atención de él
Revisó su cuarto para no olvidar nada y cuando lo verificó se inclinó para intentar cerrar el bolso, pero este no cedió
Forcejeo hasta que lo rompió. Enojado, tiró el cierre contra la pared.
—Hey, tranquilo —Leylah entró a su cuarto luego de escuchar unas maldiciones salir de la boca de su pequeño —¿Tienes problemas con tu bolso?
—Obviamente — contestó sarcástico —Esta estúpida cosa no cierra
La semidiosa se sorprendió por sus palabras. Por lo general Mikael era un niño dulce y alegre, verlo enojado y siendo grosero era algo totalmente nuevo para ella
Se preguntó si habría algo en los libros que compro sobre paternidad que la ayudara en un caso así. Hizo una nota mental de averiguarlo más tarde
—Bueno, déjame arreglarlo — Le dijo sacando su varita
—Quiero hacerlo yo, si no te importa. De cualquier manera, ¿No tienes que estar con Oliver o algo así?
—Oliver esta con Molly. Además, siempre tengo tiempo para ti —Sonrió, pero el niño la miró con el ceño fruncido
—Quiero estar solo —Señaló la puerta detrás suyo e hizo un gesto para que se fuera
—¿Seguro? Porque podemos hacer tu bolso y luego...
—Dije que quiero estar solo — Se dio la vuelta para buscar el cierre que antes había tirado
Leylah carraspeó— Claro, si necesitas algo estaré en la madriguera
Salió de su habitación y cerró la puerta. Se quedó quieta unos segundos hasta reaccionar
Bajó las escaleras y fue a la madriguera. Al entrar vio a Charlie cargar a Oliver y hablar con Bill y su padre apartado en un rincón
