Leylah Riddle ha pasado los últimos cinco años de su vida viviendo aventuras en el campamento mestizo.
A los trece, justo una semana antes de que terminen las vacaciones, recibe la visita de Albus Dumbledore quien le dice que es una bruja.
Ahora te...
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06. invitaciones e idiotas
Leylah Riddle no entendía a las personas.
Después de la primera prueba todo Hogwarts parecía amarla a pesar de que la odiaban días atrás. Ahora muchos la frenaban en los pasillos para conversar o simplemente la saludaban desde la distancia, también unos cuantos chicos parecían coquetear con ella descaradamente.
Ya no lo soportaba.
Cuando dijo que quería "Limpiar su nombre" se refería a desvincularse totalmente de su padre y que la empezaran ver por quien era en verdad. Y en cierta forma ya lo estaba logrando con sus compañeros de casa (Incluso se estaba llevando bien con los gemelos Weasley). Pero no esperaba que por haber vencido al dragón la mayoría quisiera habar con ella. Eso no era lo que quería, ya que no era confianza sino más bien admiración falsa. Sabía que cuando pasara el torneo la volverían a ver por lo que era; La hija de Voldemort.
Ahora se encontraba almorzando junto al trio de oro, aunque no les prestaba mucha atención a lo que decían ya que estaba terminando un trabajo para runas antiguas que había dejado por la mitad, algo muy inusual en ella.
Un poco de jugo cae en su pergamino manchándolo. Al levantar la vista ve a Harry sonriendo a Cho Chang.
— Eres patético, Potter — le tendió una servilleta para que pudiera secarse — Y arruinaste mi trabajo.
— Lo siento — contesta agarrando la servilleta. — Y gracias
— ¡Es increíble! — exclama Hermione enojada. Se encontraba leyendo el diario El profeta — No puedo creer que haya escrito esto: "La señorita Granger, una ambiciosa chica, parece tener cierto gusto por los magos famosos. Su última presa, según nuestras fuentes, es nada menos que nuestro bombón búlgaro Víctor Krum. Aun no se sabe cómo ha tomado Potter esta decepción amorosa"
Leylah se rio levemente— ¿Cómo te tomaste esta decepción amorosa, Potter?
— Pues me siento muy triste y decepcionado — le sonríe siguiéndole el juego
— ¡Basta! Esto no es gracioso chicos...
Un niño de primer año interrumpió lo que iba a decir la castaña, entregándole un paquete a Ron.
— Para usted, Señor Weasley
— Oh, gracias — el niño no se movió de su lugar, en cambio miraba fijamente a Harry y Leylah
— ¿Puedo? — preguntó
— No, ahora no — susurró el Weasley empujándolo levemente — Luego, vete —El niño se fue luego de dirigirles una ultima mirada. Hermione lo miró esperando una explicación — Le dije que le conseguiría un autógrafo de Harry y una foto con Leylah — La semidiosa rodó sus ojos — Fue mamá la que me lo envió
