Leylah Riddle

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11. Bebe en camino, destino

— ¡Debe ser una jodida broma! — grita Leylah frustrada y miró a la rubia con enojo — Dime que es una broma

Bell rodó los ojos y se cruzó de brazos

— ¿Qué ganaría con hacerte creer que estoy embarazada? ¿Sabes siquiera el riesgo que estoy tomando al estar aquí? Además, no es divertido cargar con una panza así para todos lados. Esta cosa se mueve todo el tiempo — Señaló su vientre frustrada

— ¿Sabes el riesgo que corro yo al estar frente a ti? — contestó ella pensando en el castigo que se ganaría de Remus si él se enterara — Intentaste matarme en navidad y ¿Ahora quieres mi ayuda?

— No quería matarte — Dio un paso hacia adelante y Leylah reacciono dando uno hacia atrás y alzando su espada que sacó rápidamente. La rubia levantó su varita y la tiró a los pies de su hermana — Solo quiero hablar, Leylah. Esto lo que te pido — Señaló la espada de ella con la cabeza. La semdiosa dudó, pero terminó bajándola

— ¿Para qué me necesitas?

— Es obvio — Pasó su mano por su panza — No puedo tenerlo

— No puedo quitarte el bebe a estas alturas del embarazo — Resopló

— No me expliqué bien, me refiero a que no puedo cuidarlo una vez nazca — dijo — Necesito que... Tú lo cuides

— ¿Yo? ¿Estás escuchándote? — Preguntó desconcertada — Estoy en medio de una guerra contra tu bando, ¿Y quieres que yo lo crie?

— Es exactamente por eso, tú no eres como yo. — Por primera vez, Leylah notó vulnerabilidad en su mirada — Nadie sabe de mi embarazo, lo oculte con magia, pero una vez nazca ya no podre protegerlo. Si nuestro padre se entera, lo matará.

—Entonces, ¿Por qué sigues a su lado? Puedes luchar por el lado correcto, un bebe necesita a su madre — No lo entendía, si lo que quería era que sobreviviera, ¿Por qué no huía?

— No es tan fácil como parece. He hecho cosas malas en esta vida, yo he elegido mi camino y tengo que hacerme cargo de mis decisiones. Pero no lo condenare — miró para otro lado unos segundos antes de volver a mirarla— Desde que me entere que estaba embarazada supe lo que tenía que hacer; Te he estado vigilando, viendo de que eres capaz y, ciertamente, el hecho de que volvieras de la muerte es fascinante. No confió en nadie más para hacer esto que en ti, eres mi única opción real

— Pareces muy segura en que diré que sí, incluso después de que contrataras a alguien para asesinarme y me quitaras la única familia que tenía

Bell sonrió — Él bebe es de Charlie, tal vez yo no te importe, lo entiendo, pero esta enamorada tan de él que aceptaras

La Riddle menor miró hacia otro lado, pensando en que contestar. Pero incluso antes de planteárselo, supo cual sería su respuesta. Porque como decía su hermana, amaba a Charlie