Leylah Riddle

Prólogo

Lo peor de ser una semidiosa era la hiperactividad, y Leylah estaba aburrida todo el tiempo.

A pedido de Charlie hacia reposo casi las veinticuatro horas del día, exceptuando los momentos en los que utilizaba el baño. Los últimos tres días eran una rutina clara para ella, en la que se despertaba y simplemente estaba acostada con su novio y su hijo, quien tampoco se despegaba de su lado. De igual manera, recibía visitas de Sirius y sus amigos durante varias horas todos los días

Todavía le dolía el cuerpo, respirar no se estaba haciendo más fácil y, aunque no se lo diría a Charlie, las sombras requerían una energía que no podía dar en ese momento.

En general, no estaba preparada para una guerra si empezaba en ese mismo instante

Escuchó un toque en la puerta.

—Pase — Dijo acomodándose en la cama y poniendo a Oliver en su regazo. El bebé balbuceo contento, tironeando de su cabello. Por la puerta entró el trio dorado — Buen día

— ¿Cómo te sientes? — Preguntó Harry parándose frente a la cama. Ron y Hermione se pusieron a su lado

—Mejor —Asintió, sacando su cabello de las manos y remplazándolo con un mordedor que estaba tirado cerca — ¿Hablaron con el duende?

—Y con Ollivanders —Hermione contestó, miró a sus amigos con duda —Nosotros... Tenemos un plan

Leylah los miró —Oh... ¿Y cuál es?

—Creemos que hay un Horrocrux en la bóveda de Lestrange —Ron dijo ahora

—Y el duende nos ayudara a entrar, Hermione consiguió un cabello de Bellatrix

— ¿Una poción multijugos? —Preguntó sorprendida y sonrió — Podría funcionar. ¿Cuándo vamos?

Volvieron a mirarse antes de que Harry se aclarara la garganta

—Leylah... No hace falta que vengas —Le dijo

—Estoy bien, no estoy abandonando la misión — les sonrió para calmarlos — No se llevarán toda la diversión

—No es eso, es solo... No queremos ponerte en peligro. Más de lo que ya lo hicimos

—Ustedes no me ponen en peligro, yo elijo voluntariamente hacerlo y siendo una semidiosa, no tengo muchas opciones reales, ¿De acuerdo? Solo díganme cuando nos vamos

—Estabamos pensando en irnos mañana temprano —Dijo la castaña — Pero podemos alargarlo un poco más

Tomó a Oliver más cerca de su pecho inconscientemente —No, está bien. Mañana a la mañana.

—Bien — Harry sonrió — Hablé con Ollivander, las varitas que tomamos son seguras de usar y le pregunté sobre las reliquias. Voldemort tiene la varita de Sauco, según Ollivander; Estamos condenados

Leylah hizo un sonido despreocupado

—Siempre estuvimos condenados y en desventaja, pero según mi experiencia; no gana el más poderoso sino el más inteligente. —Sonrió recordando una de las frases de Annabeth y terminó murmurándola— A veces la fuerza debe doblegarse ante la inteligencia

Hermione sonrió por la frase —Te dejaremos descansar, prepararé tus cosas.

—Gracias

Se despidieron para salir. En la puerta ya se encontraba Charlie con una bandeja con el almuerzo

—Sirius estaba buscándolos para almorzar, los espera abajo

Pasó por la habitación mientras ellos se retiraban, cerrando la puerta, y dejó la bandeja en la cama antes de bajar a sus labios para besarla

— ¿Cómo te sientes?

—Mejor, creo que ya es hora de que levantarme. Te lo juro por todos los dioses, si no salgo pronto mis músculos ya no funcionaran

Charlie negó con la cabeza divertido —Te queda un día más de reposo o lo que el medico crea necesario

—Eso no se vale — se quejó

Charlie se encogió de hombros —Órdenes del médico — Se agacho para besarla nuevamente

—Tú eres mi médico — le devolvió el beso

—Estás haciendo reposo hasta que te sientas mejor. ¿Todavía te duele al respirar?

Leylah miro para otro lado sin querer contestar — Me siento mucho mejor. Y llegó el momento de continuar la misión —Sintió a Charlie tensarse — Mañana partiremos temprano, debo estar preparada para caminar. Minimamente

— ¿A dónde irán? — Su voz salió casi en un susurro

—Bueno, creemos que hay un Horrocrux en la bóveda de Bellatrix, usaremos poción multijugos. Debería ser fácil, entrar y salir. No hay mucho riesgo, nada por lo que debas preocuparte

El Weasley soltó una risa sin humor — No estoy preocupado, estoy aterrado — se levantó de la cama y caminó por la habitación pasando sus manos por su cabello, en señal de frustración. Se paró bruscamente frente a ella — Te conozco, mucho más de lo que crees. Y sé que hay algo que no nos has dicho. Ni a Apolo, ni a mí.

Leylah guardo silencio, no queriendo negar ni afirmar nada.

—Me he dado cuenta de como hablas del futuro como si tu no estuvieras en él. No hace falta que me digas que es, pero necesito que sepas que no vale la pena. Sea lo que sea que creas que debas hacer para salvarnos, no vale la pena. No si eso significa tu muerte — La última palabra salió entrecortada —Llámame egoísta, pero prefiero ver el mundo arder antes que perderte. Me importa un carajo si Voldemort gana o destruye el maldito mundo mágico. Te necesito más que cualquier cosa que él destruya.

— ¿Más que tu familia? ¿El futuro de Oliver? ¿De todos los que conoces y amas? —preguntó meciendo a su bebé de un lado a otro, que ya estaba notando la tensión en el cuarto— No se trata solo de nosotros

— Podemos mantener a nuestra familia a salvo, a la mierda los demás — Intentó no gritar — Si Apolo estuviera aquí, estaría de acuerdo conmigo

— Lo sé— Admitió

Charlie suspiró y se sentó a su lado, tomó una de sus manos y la besó — No puedo detenerte, porque sé qué harás lo que quieras al final del día. Solo quiero que pienses durante un segundo, si vale la pena.

Leylah se quedó en silencio, pero asintió. Para ella, que daría su vida todas las veces necesarias por los que amaba, si valía la pena. Para ella, no era un sacrifico, sino más bien un acto de amor.
No era algo que iba a decirle a su novio en ese momento

En su lugar simplemente dijo:

—Te amo

—También te amo — Contestó, inclinándose para abrazarla. Se separó de ella —Ven vamos a comer abajo, estoy seguro que a Sirius le gustara