CAPÍTULO 1.- Bozydar Zielinski

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La música resuena por el sistema de audio repartido estratégicamente alrededor de toda la mansión de alguna persona famosa, de cualquier manera, siempre tenía invitaciones para fiestas, incluso aunque no conociera a nadie presente en la misma

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La música resuena por el sistema de audio repartido estratégicamente alrededor de toda la mansión de alguna persona famosa, de cualquier manera, siempre tenía invitaciones para fiestas, incluso aunque no conociera a nadie presente en la misma.

Eran las ventajas de ser una persona reconocida mundialmente.

- ¡Hey Bozz!

Alguien grita mi apodo detrás de mí, por lo que giro sobre mis talones buscando la fuente de la voz. Enseguida encuentro a mi amigo Ian, él era de las pocas personas a las que lograba soportar, no me presionaba por nada y entendía hasta cierto punto mi situación.

El estúpido apodo venía de mi nombre Bozydar. Debido a mi éxito, alguien había pensado que juntar mi nombre, con la palabra Boss (Jefe) sería una excelente idea. Como resultado ahora todos me conocían como el Bozz del rock.

Jodido nombre extraño.

Culpaba a mi abuelo por él, como sea, después de mi primer gran éxito "Sweet Tears", alguna persona con demasiado tiempo libre había escrito un tweet en donde decía que era el "Bozz de la industria musical", el comentario había recibido miles de retweets y me gusta, mis fans se auto nombraron Bozzydars y ¡bum!, de repente una canción que había escrito totalmente alcoholizado me había lanzado a la fama y estaba siendo entrevistado en importantes programas de televisión, el destino era tan extraño algunas veces.

- Ian. - Me acercó con pasos despreocupados a él. - ¿Qué onda hermano?

- No pensé que fueras a venir. - Aspira un poco del cigarrillo de marihuana que sostiene en su mano tatuada.

Me encojo de hombros.

- Hombre, drogas y alcohol, sabes que no me puedo negar a eso. - Mis ojos analizan la enorme habitación, intentando ubicar algún rostro familiar. - Y coños.

Mi mirada se encuentra con la de una chica con cabello azul, quién parpadea con rapidez hacia mí, probablemente intentando verse sexy, pero en realidad parece que tiene cientos de flashes frente a sus ojos, lo cual la hace parecer un poco bizca.

Pero, qué diablos, solamente estaba buscando pasar un buen momento, su apariencia era irrelevante para mí.

- Hablando de drogas Bozz. - Abre su chaqueta y saca una pequeña bolsa, la cual contiene pequeñas patillas blancas. - Son un nuevo producto, el doble de sensación y mayor durabilidad.

Mi boca saliva al verlas, enseguida la chica queda olvidada y mis manos tiemblan queriendo una probada de la conocida mierda.

- Dame eso idiota. - Le arrebato la bolsa y saco dos pastillas, al instante las pongo debajo de mi lengua para que se deshagan rápidamente. - Te veré por ahí.

Él asiente y dice alguna mierda que no puedo alcanzar a escuchar porque ya me estoy alejando.

Escondo mi premio en los bolsillos de mi pantalón y avanzó hacia la barra, en mi camino siento como la droga empieza a hacerme efecto. Un zumbido inicia por mis oídos, mi visión desaparece por unos segundos, mi temperatura corporal se eleva demasiado y por mi mente pasan distintas palabras para formar una canción. Desabotono mi camisa para refrescarme, un momento después, mi cuerpo se llena de energía y mi cerebro atrofiado por los químicos me produce la sensación de estar en una película.

NO LO DIGASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora