De todas las advertencias dentro del contrato, solo una es la más importante... no lo digas.
[Libro 1: Trilogía Reflectores]．
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Contien...
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Mis manos están sudando mientras manejo rumbo al estudio donde me citó la representante de Bozydar, así que esto era todo, realmente iba a hacer esto.
Lo único que esperaba era que no me saliera el tiro por la culata.
Repaso mentalmente mi vestimenta: falda corta de mezclilla, top rosa y converse blancas. En el correo de Tara había mencionado que debería llevar ropa cómoda, simplemente íbamos a escuchar las ideas de Bozydar y el director, querían llegar ambos a un acuerdo mutuo y pensaron que sería buena idea que estuviera presente, ya que podía aportar ideas y también les diría si me sentía cómoda haciéndolo. Así que había dedicado una gran cantidad de tiempo pensando en el outfit correcto, inclusive había ido a cambiar el color de mis uñas para que combinara con los tenis.
Nunca había sido parte de un video musical, decir que estaba nerviosa era poco, mi estomago estaba tenso y sentía un leve rastro de sudor detrás de mi nuca.
Estaciono en uno de los lugares fuera del estudio, hay algunas personas esperando dentro de sus carros y cerca de la puerta de entrada, suponía que tenían la esperanza de obtener un saludo de Bozydar.
Tomó mi bolso del asiento del copiloto y colocó mis gafas de sol sobre los ojos. En cuanto empiezo a caminar a la entrada, unas chicas me detienen.
- ¡Agnes! - Gritan mi nombre. - ¿Podemos tomarnos una foto?
- Claro. - Contestó y quito mis lentes. - ¿Qué están haciendo por aquí?
Sonrío a la cámara de las dos chicas e incluso grabo un video de saludo para alguna amiga de ellas.
- Había rumores de que Bozz iba a estar aquí. - La chica abre sus ojos como platos. - Oh por Dios...
- ¿Qué pasa? - Miro a mi alrededor con confusión.
- ¡Tu! - Me señala y empieza a brincar con emoción. - Dijeron que grabará un video musical...
- ¡Y tú eres la modelo! - Gritan ambas.
- Uh... creo que...
Una camioneta estaciona a mi lado y entonces Bozydar baja como si fuera el estupido rey de Roma. De repente las dos chicas se convierten en quince y todas están revoloteando a nuestro alrededor llorando y pidiendo fotos.
- ¡Bozz! - Habla una rubia. - Te amo
- También las amo chicas. - Sonríe y guiña el ojo.
Él es bastante amable con todas las personas que lo rodean, se toma fotos con cada uno e incluso hace pequeñas pláticas con ellos, estoy bastante sorprendida porque no es un idiota con sus fans.
- Ustedes chicas. - Mira alrededor y se agacha para quedar a su estatura. - ¿Conocen a mi amiga aquí, Agnes?
