CAPÍTULO 16.- Londres

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Como era de esperarse, al regresar del estacionamiento, mis padres me esperaban con un interrogatorio

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Como era de esperarse, al regresar del estacionamiento, mis padres me esperaban con un interrogatorio. La cara larga de mi madre me dice todo sin necesidad de palabras: Bozydar le ha caído fatal y probablemente lo querrá fuera de mi vida.

- Agnes. - Su tono ácido me hace formar una mueca en la cara. - Quiero saber por qué estás involucrada con ese tipo.

Veo por el rabillo del ojo que mi hermana corre al baño. Mi papá simplemente nos echa un vistazo y se acomoda en el sillón doble para hojear una revista que tengo en la mesa de centro.

- Mamá, no es una mala persona.

- Rockero, tatuado y con perforaciones. - Su nariz se frunce como suele hacerlo cuando algo no le gusta. - Un completo vagabundo.

- Él no es un vagabundo, de hecho viene de una familia bien reconocida. - Lo defiendo.

Debí haber previsto que sería una mala idea decirle eso a mi madre, porque sus ojos brillan con repentino interés.

- ¿Si? ¿Quiénes son sus padres? Nunca he escuchado de él.

- Porque es una estrella joven cariño. - Mi papá se mete sin apartar los ojos de la revista. - Pero estoy seguro de que conoces a su madre.

- ¿Quién es su madre Agnes?

- Rachel Vernoff. - Contesto un poco renuente. - ¿La conoces?

Los ojos de mi madre se abren con grata sorpresa. Puedo ver cientos de ideas cruzando por su mente a kilómetros por hora. Dios. Debí haber dicho un nombre falso, aunque no era una gran solución, ya que con buscar el nombre de Bozydar en la red, seguramente lo descubriría.

- ¿Rachel Vernoff? - Repite incrédula. - ¿La actriz ganadora de varios Oscars? ¿La que se casó con el famoso productor polaco no?

Asiento sorprendida de que en realidad sabe quienes son ellos.

- Agnes, esa gente está forrada en dinero, tienes que aprovechar tu relación con él. Sácale todo lo que puedas.

Me quedo perpleja al escuchar las palabras que salen de la boca de mi madre. Seguramente no ha querido decir eso.

- Y un embarazo, con eso asegurarías la vida de todos nosotros. Es tu oportunidad de oro hija, el modelaje dejará de rendir frutos en unos cuantos años, pero una manutención de él, te durará mínimo otros dieciocho años...

- ¡Detente! - La mujer frente a mi no era mi madre. - ¿Cómo puedes decir todo eso? No quiero hijos en este momento, no quiero dinero de él. ¿No lo entiendes?

- ¿Qué? No me vengas con esas tonterías del amor, porque eso no te lleva a nada bueno. ¡Mírame a mí! Nunca pude cumplir mis sueños porque tú llegaste a mi vida.

Se señala desesperada con los ojos llenos de lágrimas. Volteo a ver mi padre, buscando su ayuda, pero él finge que no escucha nada mientras tiene la vista clavada en una página, a pesar de que nos ignora, sus manos aprietan con fuerza la revista, pero no dice ni una palabra.

NO LO DIGASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora