Aprendiendo a amarte|| Bensler - Rollisi.

Capítulo seis: Sensaciones.

¡Holi! Desee mucho que llegará este capítulo, aquí encontrarán un punto muy importante en la novela, y algo que me han pedido (No spoileare demasiado). ¡Espero que les guste! ❤ Y si pueden dejarme un comentario diciendo que les pareció sería increíble. Siempre es lindo recibir devoluciones del otro lado. ❤

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Inevitablemente ante el ruido del timbre tuvieron que alejarse. Amanda agachó su mirada y sonrió ruborizada, no era tonta y sabía lo que hubiera pasado si no los hubieran interrumpido, y aunque sonará increíble un extraño deseo se encendió en su interior. Carisi suspiró y sonriendo pícaramente negó con su cabeza frustrado por eso.

—Debe ser la comida. —Susurró Amanda mientras se ponía de pie— Ahora regreso.
—Está bien.

Amanda caminó hacia la puerta y abriéndola recibió los paquetes que le estaba entregando el chico del delivery, abonó la comida y cerrando la puerta dejó todo sobre la mesa ratona del living. Carisi la ayudó en lo que fue necesario y en pocos minutos se encontraban cenando. Ninguno de los dos mencionó algo acerca de lo que había ocurrido, e incluso no sabían cómo continuar con la charla, el silencio no era para nada incómodo, pero sus mentes aún seguían estancadas en ese momento, en qué hubiera pasado si se hubieran besado.

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A pocas cuadras de allí Olivia daba muchas vueltas en su cama, intentando dormir. No se había dado cuenta cuánto le había afectado la pregunta de su hijo hasta que se encontró con la soledad de su habitación, allí la angustia la invadió como si fuera un golpe certero en el rostro, y comenzando a derramar lágrimas ni siquiera se ocupó de ponerse el pijama, así como estaba se recostó en la cama y fijando su mirada en el techo, era inevitable para ella recordar aquella noche, donde todo se había ido por la borda, donde sin saberlo había unido su vida para siempre a Elliot Stabler, donde una irresponsabilidad había cambiado su futuro, dándole lo mejor del mundo, el pequeño Santino.

(Flashback)

Olivia rodó sus ojos ante la propuesta de Fin, juraba que luego de todo eso iba a matarlo. Elliot río ante el gesto de desagrado que la castaña puso y levantó sus manos dispuesto a irse si ella no aceptaba la apuesta.

—Hace mucho que no tomo Fin. —Protestó Olivia y él la incitó a hacerlo, sabía que si se lo proponía podía ganarle a Stabler. Conocía la voluntad de su mejor amiga, pero también conocía la voluntad de su compañero de trabajo y amigo, sin dudas era un buen juego— Además toda esta apuesta es una puta locura.
—¿Acaso tienes miedo Benson? —Indagó Elliot con una sonrisa provocativa, Olivia lo miró con odio y pidiéndole al moreno que le sirva un chupito lo miró.
—El que debe tener miedo eres tú. Te lo aseguro.
—Intimidas.
—¿Tú dices? —Preguntó Olivia enarcando la ceja, y Elliot río.
—Si.

Acatando la orden de Fin comenzaron a beber, uno detrás del otro sin frenar. Olivia y Elliot no dejaban de mirarse de una forma provocadora, cómo si a través de ello quisieran demostrar lo fuertes que eran, y que lo que menos les gustaba era perder. ¿La apuesta? El que bebiera la mayor cantidad de chupitos se consagraba ganador, y el que perdía se encargaba de pagar toda la ronda. Algunos minutos después, Olivia ganó la apuesta y con una sonrisa victoriosa lo miró a Elliot quién negó con la cabeza, pero sonreía inentendiblemente. Fin abrazó a su mejor amiga, y continuaron charlando y bromeando entre ellos.

—¿Ya te vas? —Preguntó Elliot una vez que vio a Olivia tomar sus cosas, ya era muy de noche, y el alcohol estaba haciendo efecto.
—Sí, creo que ya es hora de volver a casa. —Respondió ella intentando no reír por la estúpida preocupación de ese hombre.
—No te oigo. —Elevó él la voz, la música del bar parecía interrumpir aquella incipiente conversación. Olivia negó con su cabeza y repitió lo que había dicho, pero Elliot seguía sin oírla.
—Adiós Stabler.
—Ven.