Capítulo trece: Sentirse.

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Después de que Sonny terminó de contarle su historia, y que logró tranquilizarse volvió a mirar a Amanda, esta vez para besarla. Sus labios se rozaron en un inicio para luego unirse de una manera lenta y cargada de amor. Ella se entregó con necesidad a ese gesto, queriendo prolongar lo más que se pudiera la estancia en sus labios. Las manos de Carisi acariciaban la espalda femenina y con una suavidad exquisita la apegaba aún más a su cuerpo queriendo tenerla cerca suyo todo lo que fuera posible.

—Me gustas mucho Mandy. —Susurró Sonny en los labios femeninos, Amanda suspiró profundamente y asintió con su cabeza, claramente a ella también le pasaba lo mismo.
—Gracias por contarme tu historia, es muy importante para mí. —Afirmó la rubia con una sonrisa, él volvió a darle un beso y la miró.
—Era importante para mí que tú lo supieras, realmente siento cosas por ti Mandy y lo único que deseo es que confíes en mí, que sepas quién soy.
—Ahora lo sé. —Sonrió Amanda y le robó un beso, acomodándose otra vez la rubia quedó acobijada en los brazos de él contra su pecho.
—¿Y tú? Quisiera que me cuentes algo de ti.
—Mmm no es tan interesante mi vida, puedo jurarlo.
—Igual. Me pareces una persona interesante.
—Está bien. Siempre fui una niña muy tímida, y antisocial. Nunca pude hacer relaciones sociales con facilidad, y de hecho confío en muy pocas personas, después de tantas decepciones aprendes a los golpes que no es fácil desenvolverse en un mundo cómo este. Con todo lo que me pasó fue muy evidente que el cuerpo iba a hacerse oír y comencé con un ataque de pánico, fue una situación horrible y a partir de allí convivo con ello. Trato de evitarlos, pero a veces las situaciones me sobrepasan y ese fantasma me asecha otra vez. —Amanda suspiró profundamente mientras continuaba acobijándose en el pecho de Sonny— Y se lo confié a muy pocas personas para que puedan ayudarme, porque a veces no lo puedo controlar yo misma. Me siento una mujer débil, y es por eso que me cuesta confiar en mí misma y en lo que hago, trato de trabajar en ello porque mi trabajo me lo exige y porque yo lo necesito.
—Eres la mujer más fuerte que conozco te lo juro. —Pronunció él acariciando su mejilla, Amanda lo miró y Sonny sonrió— Y si puedo ayudarte con ello con gusto lo haré, pero quiero que siempre lo recuerdes, eres fuerte y podrás lograr todo lo que te propongas.
—¿Enserio lo crees?
—Sí.

La mujer sonrió ante la seguridad de esas palabras, en el calorcito que le brindaba ese lugar se sintió protegida, y por primera vez encontró su lugar, su lugar en el mundo, aquel dónde podía sentirse segura, dónde ya nada importaba, al que volvería siempre para ser feliz.

Después de charlar de trivialidades volvieron a besarse, pero esta vez dejando a la vista la pasión que tenían contenida en sus interiores. Amanda aprovechando la oportunidad se sentó a upa de Sonny, y mientras sus labios estaban unidos las manos masculinas con gran habilidad desprendieron uno a uno los botones de su blusa. Segundos después quedó a la vista el corpiño negro que contrastaba con la blanca piel femenina, esa fue la chance que tuvo Carisi de poder acceder a un lugar que ansiaba besar, el cuello de Amanda. Suaves gemidos salieron expulsados de la boca de ella, al sentir los labios de aquel hombre en ese lugar. Cerrando sus ojos ella se permitió lanzarse a disfrutar del momento que estaban viviendo.

En medio de la excitación que iba tomando sus cuerpos, y que lentamente iba elevando la temperatura de sus pieles la rubia se animó a quitarle la remera a Carisi, quién ayudándola quedó semidesnudo en cuestión de segundos. Sus labios volvieron a unirse en una danza perfecta que los animaba a ir más allá, y a sentir cada vez más ganas de explorar lo que estaba frente suyo.

—¡Me encantas Mandy! —Pronunció él y luego mordió con suavidad el labio inferior de ella.
—Tú también, y mucho. —Respondió Amanda con una sonrisa pícara y llevando sus manos al pantalón de su compañero lo desprendió con todo el afán de quitarlo. Carisi que también deseaba rozar su piel con la de aquella mujer la ayudó y fue cuestión de pocos movimientos para quedar ambos en ropa interior.
—Eres hermosa, sumamente bella. —La halagó susurrándole al oído, provocando que la piel femenina se erizará.

Aprovechando la oportunidad Carisi la acostó sobre el sofá, y recorriendo su cuerpo con besos se dedicó a observar la bella obra de arte que estaba frente a él. Con una mirada suplicante él le pidió poder desnudarla por completo y Amanda que ya tenía sus mejillas ruborizadas asintió con la cabeza deseándolo tanto como Sonny. La suavidad de aquellos movimientos habían logrado excitarla y una prueba clave fue la humedad que había crecido entre sus piernas. Era increíble ver que aquella atención que él le brindaba estaba generando grandes estragos en ella.

—¡Ah! —Gimió Amanda ante la fricción que la hombría aún cubierta de Carisi hacía contra su desnuda feminidad. Él sonrió y volviéndola a besar la miró y acarició su mejilla.
—¿Estás bien? —Indagó Sonny en un susurro, en ese instante más allá del deseo que sentía por esa mujer le importaba que ella se sintiera cómoda, y principalmente que estuviera bien. Por primera vez dejaba su egoísmo de lado y no le importaba nada más que Amanda. Ella asintió con la cabeza— Sí te sientes incomoda o lo que sea dímelo ¿Sí?
—Sí. Sigue, por favor, pero antes... La ropa interior.

Un detalle no menor para esa mujer era que él aún continuaba con su bóxer. Su atención se centró en ello y en la necesidad de querer quitárselo. Sonny accedió y gimiendo por las suaves caricias que Amanda iba regalándole de manera prohibida acabó desnudo, y por fin estaban en igualdad de condiciones. Los besos volvieron cada vez con más deseo y más temperatura, ambos parecían quemarse y lo disfrutaban como nunca, era la primera vez que experimentaban aquello y deseaban alargarlo todo lo que fuera posible.

—Te necesito. —Pronunció Amanda entre excitantes gemidos y suaves jadeos, Carisi asintió con su cabeza sumergido en las ganas de hacerle el amor y luego de buscar un condón se lo colocó, luego se posicionó entre sus piernas y con una lentitud exquisita comenzó a penetrarla.

Amanda cerró sus ojos y gritó inevitablemente. Las sensaciones que invadían su cuerpo en ese instante se asemejaban a la explosión de varios fuegos artificiales. La fina barrera entre el dolor y el placer la golpeó y una vez que Sonny comenzó a moverse en su interior liberó aquellos sonidos contenidos que le daban a entender a ese hombre cuánto estaba disfrutando ella de todo eso.

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Al otro día, y después de una fatídica noche dónde Olivia no había podido dormir la castaña había arribado a la comisaría de muy mal humor. Su cabeza le dolía y sus ojos le pesaban, y a pesar de ser sábado sabía que tenía bastante trabajo acumulado, eso y sumado a que extrañaba a Santino nada ayudaba a cambiar su estado de ánimo. Nick que había llegado hace algunos minutos le invitó una taza de café que Olivia agradeció, luego de ponerla al día con todo lo que había sucedido en la comisaria la mujer se dispuso a ir a su oficina para comenzar a trabajar, y fue allí cuando nuevamente la sorpresa la invadió, otra flor y una nueva nota adornaban su escritorio. Acercándose lentamente pudo sentir el rico aroma de aquellas orquídeas, y cuando pudo tomar el papel entre sus manos lo leyó.

"Una flor distinta, una nueva ocasión de regalarte una parte de la naturaleza que tanto te gusta. Un nuevo pasito que doy en un camino que espero, te tenga a ti en el punto de llegada. Espero que te guste.

Con amor ✩"

Con amor ✩"

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Noche de amor Rollisi, una nueva flor para Olivia... Nuevo capítulo. ¡Espero que les guste! ❤

Aprendiendo a amarte|| Bensler - Rollisi.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora