Capítulo cuarenta y siete: Sentirse completo.

242 20 0
                                    

Una vez que acostó a Abril y la niña se durmió plácidamente Amanda se dirigió a la habitación donde Carisi la esperaba con una taza de café. Aquello era una costumbre que habían adquirido y que, les gustaba mucho compartir. Les gustaba charlar, pasar tiempo juntos y disfrutar de los pequeños detalles, aquellos que, incluso siendo insignificantes llenaban sus corazones de alegría. Amanda tomó una de las tazas entre sus manos y sentándose al lado de Sonny lo miró.

—¿Se durmió? —Indagó él luego de beber un sorbo de café y Amanda asintió.
—Sí, estaba muy cansada, pero contenta. —Respondió ella con una tímida sonrisa.
—¿Cómo te fue hoy en la comisaria?
—Bien, ya sabes, hoy fue un día tranquilo. Llenamos informes, e hicimos algunos patrullajes. ¿Y a ti cómo te fue con los niños?
—Bien, Olivia vino a buscar antes a Santino, así que luego fuimos al parque con Abril.
—¿Pasa algo amor? —Indagó Amanda preocupada, notaba que había algo que lo tenía mal y quería saber para ayudarlo en lo que pudiera.
—¿Algo cómo qué?
—Algo, sé que estás preocupado y quiero ayudarte en lo que sea, en lo que pueda.
—En dos días Abril tiene turno con el pediatra y con el equipo de médicos que la atendió durante todo el tratamiento. —Pronunció Sonny suspirando profundamente, mientras miraba la taza— Puede ser que le den el alta, o como no, y eso me asusta.
—Todo estará bien, mi amor. Abril es una niña fuerte y logrará salir adelante, lo sé.
—Yo también lo sé, pero no dejo de pensar en todo lo que paso, lo único que deseo es que Abri sea feliz.
—Y lo será mi amor. Haremos todo para que así sea —Amanda sonrió convencida, acariciando la mejilla de él. Carisi la miró— Y sé que lo lograremos.
—Eres lo mejor que me paso en la vida, Mandy. Cada día compruebo que soy el hombre más afortunado. —Pronunció Sonny con una sonrisa y le robó un tierno beso.
—Te amo. —Ella sonrió y entrelazó sus dedos con los de él.
—Mandy...
—¿Sí?
—Quiero que lo intentemos. —Afirmó el hombre y Amanda arqueó su ceja confundida— Quiero que tengamos un hijo, quiero que formemos esa familia que tanto soñamos.

-

Mientras tanto, en la habitación de Elliot el hombre terminaba de cambiarse para poder acostarse junto a Olivia, quién ya en la cama lo observaba con una sonrisa. Por debajo de las sábanas la mujer tenía sus manos apoyadas sobre su vientre, sintiendo la emoción recorrer su cuerpo y así también el nerviosismo. Buscaba mentalmente la forma de decirle a Elliot la noticia del embarazo, y aunque sentía que ese era el momento indicado tenía temor de cómo iba a reaccionar él ante semejante anuncio, habían hablado muy pocas veces de un embarazo y ahora, que ella estaba embarazada, que esa era su realidad dentro de su mente se formaban mil escenarios posibles una vez que ella le dijera lo que ocurría. Ya había un paso dado, el casamiento, pero un embarazo, un embarazo era otro tema.

Elliot notó que su futura esposa estaba demasiado pensativa, y una vez que se acostó a su lado entrelazó sus dedos con los de ella trayéndola nuevamente a la realidad.

—¿Qué pasa bonita? Estás muy pensativa.
—Estoy bien, sólo que... —Pronunció ella susurrando, algo que claramente confundió a Elliot.
—¿Sólo que, qué?
—Hay algo que debo decirte, Ell. —Respondió Olivia y luego de suspirar profundamente lo miró fijamente a los ojos— Algo importante.
—Dime Liv, te escucho.
—No sé cómo decirlo, en verdad.
—¿Es algo grave? ¿Paso algo con Santino? —Indagó Elliot preocupado, pero Olivia negó con su cabeza— ¿Entonces? No entiendo amor.

Olivia volvió a suspirar, pero en vez de continuar hablando aprovechó que sus manos aún estaban entrelazadas y las llevó hacía su vientre que continuaba cubierto por las sábanas, quizás con ese gesto él lograría entender lo que a la castaña con palabras le costaba decir a causa de la incipiente emoción que crecía en su interior, las pupilas de ambos se unieron, y luego de unos segundos ella pudo poner en palabras el motivo de sus más hermosos sentimientos.

—Estoy embarazada, Ell.

Esa frase resonó en los oídos de Elliot, quién abriendo grandes sus ojos creyó que era una broma o que había entendido mal, pero al ver la emoción en la mirada de Olivia y la sonrisa dulce que se dibujó en su rostro entendió que era verdad lo que ella estaba diciendo. Inevitablemente sus palabras quedaron atoradas en su garganta y sus ojos se llenaron de lágrimas, iba a ser papá... ¡Iba a ser papá! No podía creerlo, sin dudas aquella noticia, lo había tomado por sorpresa y lo había dejado sin palabras.

Olivia, que no dejaba de mirarlo suspiró preocupada, y atinó a acarició la mejilla de Elliot con la mano que tenía libre, lo único que necesitaba era que él dijera algo, por más mínimo que sea, ya que, ese silencio lo único que lograba era aumentar su ansiedad.

—Sé que Santino aún es pequeño y que, quizás no hemos hablado mucho acerca del tema, pero pasó mi amor. —Pronunció Olivia intentando no llorar— Quizás no era lo que querías o lo que esperabas, pero... —Continuó ella, pero Elliot negó con su cabeza y apoyó las yemas de sus dedos en los labios femeninos con la intención de que dejará de hablar.
—No me lo esperaba, pero me hiciste el hombre más feliz del mundo mi amor. —Respondió él cargado de emoción, mirándola a los ojos— Es la mejor noticia que me diste, seré papá otra vez y no te imaginas la ilusión que me da eso.

Sin dudarlo Olivia se abalanzó a sus brazos dejando caer sus lágrimas con libertad, las palabras de Elliot lograron tranquilizarla por completo, y comenzaba poco a poco a hacerse la idea de todo lo que vendría. La aceptación de él era todo lo que necesitaba para sentirse completa y para visualizar un gran futuro, está vez de a cuatro.  

Aprendiendo a amarte|| Bensler - Rollisi.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora