Aprendiendo a amarte|| Bensler - Rollisi.

Capítulo quince: Corazón hambriento.

No podía esperar a subir este capítulo, me esforcé mucho y me gusto el resultado, espero que a ustedes también. Me gustaría si pudieran dejar algún comentario acerca de qué les pareció, se los agradecería mucho, es un mimo que me ayuda a seguir. ❤

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"No demos todo por perdido, aún no llego la sangre al río, imaginé un final distinto a los demás.

Seremos lo que siempre fuimos, honestos en nuestro delirio de querer alcanzar estrellas en el aire. Di, si aún nos queda una razón, si como a mí, aún te queda ese dolor. Si no te vas te hago un sitio en este corazón hambriento, tengo una vida para amar."

—Corazón hambriento – India Martínez ft. Abel Pintos.

—Casey necesito que me hagas un gran favor. —Pronunció Olivia apurada una vez que su mejor amiga atendió el teléfono. La castaña debía hablar rápido ya que, estaba aprovechando que el semáforo estaba en rojo.
—¿Qué ocurre Liv? —Indagó Casey preocupada, no era normal que su amiga la llamará así y tan de repente.
—Necesito que pases a buscar a Santi por el kínder, sale de allí en quince minutos. No debes firmar nada, yo acabo de hablar con los directivos y puedes retirarlo, yo luego lo buscaré por tu casa.
—No hay problema, cuenta con eso, pero ¿Ocurrió algo?
—Me surgió un problema en la comisaría, nada grave, pero debo resolverlo hoy.
—Está bien Liv, cualquier cosa me avisas por favor.
—Así será, muchas gracias amiga.

Luego de cortar Olivia se sintió un poco más aliviada luego de haber solucionado el tema de Santino y continuó su viaje luchando contra sus pensamientos, sabía que estaba por cometer una locura, pero no aguantaba más, necesitaba comprobar algo, necesitaba entender y entenderse, necesitaba por fin aclarar todo ese mar de dudas que se desataba en su interior y que no le permitía continuar y proyectar un futuro estable.

La castaña siguió manejando hasta que llegó al destino, una vez que estacionó el auto se tomó unos segundos para respirar hondo y para tomar fuerzas, quizá después se arrepentiría de lo que iba a hacer, pero no quería pensarlo, quería en ese momento disfrutar, nada más, y quizá romper más de una regla a la vez.

Acomodó rápidamente su labial y luego de sentirse lista se bajó del auto y caminó hasta la entrada de aquella casa, respiró hondo por última vez y adquiriendo el valor que necesitaba tocó el timbre. La espera se hizo eterna, más de lo que hubiera querido, pero de un momento a otro la puerta se abrió dejando ver la sorpresa en aquel rostro, era obvio que no la esperaba allí un día de semana, y de repente él se preocupó.

—¿Está todo bien Liv? —Indagó Elliot preocupado mientras miraba a Olivia a los ojos— ¿Ocurrió algo con Santino?

Pero ella decidió no responderle, prefirió la acción y por ello se abalanzó a sus brazos uniendo sus labios con los suyos, besándolo de manera desenfrenada, apasionada, y sorpresiva. Elliot lo primero que pudo hacer fue dar un paso hacia atrás con toda la intención de mantener el equilibrio, mientras que acobijaba el cuerpo femenino entre sus brazos y continuaba con aquel beso que le estaba quitando el aliento a ambos. No quería decir nada, no quería frenarla y ni siquiera quería preguntarle qué hacía ahí, lo único que quería era continuar besándola, deleitándose con aquella piel carnosa que lo volvía loco.

—Llévame a tu habitación, por favor. —Pronunció ella una vez que se alejó completamente agitada, él asintió y alzándola a upa le dio una pequeña patada a la puerta para cerrarla, luego de ello volvió a besarla mientras caminaba hasta su cuarto con cuidado de no chocarse nada.