Capítulo treinta y dos: Alta.

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La soledad que había en la cocina le permitió a Olivia pensar. Después de que Elliot se había ido rumbo al recinto Santino se había enganchado con una película animada de autos en el living, por ende, con bastante tranquilidad la castaña había aprovechado a acomodar todo lo que habían utilizado en el desayuno. Su mente la llevaba a meditar en todo lo que había pasado la noche anterior, desde la carta llena de confesiones, la propuesta de noviazgo y la maravillosa noche de amor que habían compartido. Sin dudas tenía muchos motivos para que su corazón explotará de felicidad.

Pero, también le era inevitable sentir miedo por todo aquello que vendría, era la primera vez que se daba la oportunidad de amar, de apostar a aquello tan lindo, de empezar a convivir con la idea de que ya no estaba sola, sino que Elliot estaba a su lado. Eran muchas cosas nuevas juntas a las que tendría que acostumbrarse y aunque todo eso le generaba temor sabía que podía contar con él y que iba a ayudarla en lo que necesite.

—¡Ma! El timbre está sonando. —Exclamó Santino desde el living. Olivia meció su cabeza.
—¡Ahí voy hijo!

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La sonrisa que Abril llevaba en su rostro los llenaba de ternura. Los tres se encontraban sentados en el suelo jugando con sus peluches, sus muñecas y algún que otro juguete. Desde que habían ingresado a la habitación los miedos de Sonny se habían disipado, y solamente se estaba concentrado en disfrutar de su pequeña hija y de su novia. Las palabras de Amanda lo habían ayudado, y aunque aún debían solucionar muchas cuestiones todo lo harían a su tiempo. Por lo pronto, él deseaba que la niña fuera feliz y disfrutará de los últimos momentos en la clínica, para después aventurarse a disfrutar de su alta, en un nuevo lugar.

—¡Los extrañé mucho! —Pronunció Abril con una sonrisa mientras dejaba su muñeca a un lado— Aunque los médicos han intentado entretenerme ha sido aburrido estos días sin ustedes.
—Lo sé princesa, para nosotros también puedo asegurarlo. —Afirmó Carisi con una sonrisa y Amanda asintió con su cabeza en acuerdo a sus palabras.
—El doctor me ha dicho que tenía que hablar contigo, papi. ¿Está todo bien?
—Sí hermosa, de hecho, de eso tenemos que hablar. Hay una noticia que debemos darte.
—¿Una noticia? ¿Para mí? —Indagó la niña arqueando su ceja confundida y él asintió— ¿Qué es?
—Evaluaron tu evolución hija con respecto a la última quimioterapia, y consideraron que lo mejor es que sigas un tratamiento de manera ambulatoria.
—Eso quiere decir que... —Pronunció Abril en un tono sugerente y una visible emoción y Sonny asintió con su cabeza.
—Hoy volvemos a casa, mi amor.

La emoción estalló dentro de Abril, sus ojitos se llenaron de lágrimas y una sonrisa se dibujó en su rostro. Automáticamente tapó su cara con sus manos y se largó a llorar. Después de tanto desearlo, de tanto idealizarlo, de imaginar cómo sería ese día, ¡Por fin había llegado! Por fin tendría su tan deseada alta médica. Y si bien, había aprendido a querer a las personas de ese lugar y a adaptarse lo mejor posible a esa habitación extrañaba demasiado sus cosas, su casa, su rutina infantil que tanto amaba, pasar todo el tiempo que ella quisiera con su papá sin restricciones ni horarios.

Sin perder más tiempo Abril se refugió en los brazos de Sonny, abrazándolo con fuerza. Él la envolvió en ellos mientras acariciaba su cabello y le repetía cuánto la amaba.

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En la casa de Olivia todo era risas y cosquillas por doquier. Fin había decidido visitar a su amiga y a su sobrino favorito, los extrañaba y, a decir verdad, por el extenso trabajo en el recinto no había podido hacerse un tiempo para visitarlos. Santino, contento por la visita se dedicó a disfrutar de la presencia de su tío, y por supuesto, a jugar con él. Olivia, por su parte los observaba a un costado mientras compartía risas y algún que otro comentario.

—Mami, iré a buscar más juguetes. Ya regreso. —Afirmó Santino mientras besaba la mejilla de Olivia y luego la de Fin. Ella asintió y el niño se marchó.
—Ahora que estamos solos... ¿Cómo estás? —Preguntó Fin mirando directamente a su amiga, quien suspirando profundamente no pudo evitar sonreír.
—Me siento en las nubes, Fin. Ni siquiera soy consciente de estar pisando tierra firme, lo juro.
—¿Qué ocurrió para que pase tal suceso? —Indagó él arqueando su ceja.
—Elliot y yo somos novios. —Susurró para que el niño no oyera y Fin sonrió contento ante la noticia.
—¡Que linda noticia! Me alegra mucho que estas cabezotas hayan entendido por fin.
—Ni siquiera sé si es lo correcto o no, pero lo único que sé es que estoy siendo feliz.
—Estas siguiendo a tu corazón, eso es lo único que debe importar.
—Lo sé.
—Recuerda esto... El peor arrepentimiento es de las cosas que no nos animamos a hacer. —Susurró Fin y le guiñó el ojo. Olivia solo sonrió y vio como Santino venía con varios juguetes en sus manos.
—Acá estoy. ¿Seguimos jugando tío? —Le preguntó el niño a Fin con una tierna sonrisa en su rostro mientras se sentaba en el suelo.
—Será un gran placer pequeño.

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Mientras, en la clínica ya estaba todo listo. Con la ayuda de Amanda habían podido armar la valija, y luego de eso, la rubia ayudó a la niña a cambiarse mientras su papá esperaba afuera, dejándole privacidad a Abril.

—¿Estás contenta bonita? —Preguntó Amanda mientras terminaba de ayudarla con la remera.
—¡Muy contenta! Deseaba mucho volver a casa y estar con mi papá todo el tiempo que yo quiera.
—Debe ser muy bonito, pero ahora verás que podrás disfrutarlo todo el tiempo que tú quieras.
—¡Además cocina muy rico! —Pronunció entusiasmada la niña y Amanda río claramente de acuerdo con sus aseveraciones.
—Tienes razón, mi niña.
—¿Hoy te quedas con nosotros?
—No hermosa, hoy debo trabajar.
—¿En qué trabajas Mandy? —Indagó Abril mientras se colocaba las medias.
—Soy policía, Abri.
—¿Enserio? —Abrió los ojos bien grandes claramente sorprendida, y Amanda asintió con la cabeza— Debe ser lindo.
—Lo es.
—¿Y después si vendrás?
—Sí hermosa.
—¡Eso!

La niña muy feliz por esa respuesta abrazó fuertemente a la mujer llenando a la par su mejilla de besos. Desde que su papá le había presentado a Amanda la niña se había sentido muy cómoda a su lado, y había encontrado en la rubia una amiga a la que podía querer y con quien podía charlar y jugar, y para una niña como Abril no había nada más lindo que eso.  

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Otro personaje que quiero materializar sin dudas es a Abril. ❤ ¡Espero que les guste!❤

Aprendiendo a amarte|| Bensler - Rollisi.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora