Aprendiendo a amarte|| Bensler - Rollisi.

Capítulo treinta y siete: Mamá.

¡Holi! Nuevo capítulo, espero que les guste.❤

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Ya era de noche, y luego de cenar Amanda junto con Carisi se encargaron de acomodar todo lo que habían utilizado para comer y cocinar mientras que, la niña jugaba tranquilamente en el living.

—¿Qué fue lo que habló Olivia contigo? Estuve todo el día preocupada, le pregunté y no me dijo nada. —Indagó Amanda mientras terminaba de enjuagar un plato.
—Me pidió perdón por lo que ocurrió esa noche, me dijo que estaba arrepentida de haberme juzgado sin conocerme, pero que, lo único que quiso fue cuidarte.
—Lo sé, me lo dijo a mí también cuando hablamos del tema.
—Es entendible, a decir verdad, me deja más tranquilo que tengas a alguien como ella cuidándote cuando yo no puedo hacerlo. —Reflexionó Sonny con una sonrisa, Amanda también sonrió y besó sus labios— También me ofreció un trabajo.
—¿Un trabajo? —Preguntó la rubia boquiabierta y completamente sorprendida. Él asintió con su cabeza y ella lo miró incitándolo a que siga hablando.
—Sí. Quiere que la ayude cuidando a Santino, su hijo. Me dijo que su abuela ya no iba a poder cuidar de él porque empezaba a trabajar en un lugar, y con los horarios se le complicaba.
—Es una buena idea, pero ¿Y Abril? ¿Qué harás con ella? —Pronunció Amanda mientras arqueaba su ceja y cerraba la llave del agua.
—Olivia me contó que habló contigo, y que sabe la situación de la niña, por ende, decidió ofrecerme esta oportunidad para que, pudiera cuidar a Santino y a Abril al mismo tiempo y no descuidará a mi hija. —Sonrió él ilusionado, sabía que aquella posibilidad de trabajo le daría dignamente el dinero que necesitaba para sostener el tratamiento y la crianza de la niña. Amanda pasó sus manos por detrás de su cuello dejando un cálido beso en sus labios.
—Me alegra muchísimo en verdad, mi amor. Verás que Santino es un excelente niño, se llevarán muy bien con Abril.
—Todo esto es gracias a ti, Mandy.
—¿A mí? —Indagó ella observando sus pupilas brillosas, él sonrió y asintió con su cabeza.
—Sí, tú creíste en mí, y me ayudaste a salir adelante, a creer que todo podía cambiar, y cambió. ¡Tú me cambiaste la vida a mí y a Abril! Y siempre te agradeceré eso, mi amor.

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Mientras tanto, aprovechando que Santino dormía plácidamente en su habitación Olivia y Elliot se encontraban en el living besándose y acariciándose con suavidad mientras sonreían y se dedicaban tiernas palabras de amor. Charlaban de lo que sea, de aquellas ideas que cruzaban su mente. Si había algo que comenzaban a amar era la posibilidad de compartir sus pensamientos y de pasar tiempo juntos haciendo lo que sea, pero los dos a la par. Pero también, ninguno de los dos eran tontos y sabían que sus cuerpos estaban pidiendo algo más que una simple charla compartida, el deseo que sentían por el otro estaba empezando a encenderse y el fuego era inevitable.

Por eso, Olivia decidió iniciar y sentarse sobre las piernas de Elliot mientras entrelazaba sus manos detrás de su cuello y comenzaba lentamente a besarlo. Él dejándose llevar por cada roce de los labios de ella en los suyos apoyó sus manos en la cintura femenina. La castaña sonrió al sentir la presión de las palmas de sus manos en ese lugar y mordió suavemente el labio inferior de Elliot para luego alejarse y mirarlo a los ojos.

—Esperamos mucho tiempo para esto ¿No crees? —Indagó ella y él asintió con su cabeza— Te extraño mi amor.
—Y yo a ti preciosa, más de lo que imaginas.
—Entonces... ¿Continuo?
—Ni se te ocurra frenar.

Ante las palabras de su hombre Olivia volvió a besarlo, pero esta vez bajó con sus labios hasta su mentón dispuesta a llegar a su cuello, quería enloquecerlo, y aquel era un muy buen punto para iniciar con esa tarea. Cuando los labios femeninos llegaron a ese lugar predilecto Elliot dejó escapar un gemido de su interior. Ella iba bien, demasiado bien.

—Tengo miedo que Santino se despierte y nos encuentre. —Susurró Olivia en el oído de Elliot. Él asintió con su cabeza y en pocos movimientos la tomó entre sus brazos.
—Vamos a la habitación, ahí nadie podrá vernos ni interrumpirnos.
—Me gusta mucho la idea.

Elliot comenzó a caminar con cuidado para no caerse, y por supuesto para no lastimarla rumbo a la habitación. Ella sonreía y dejaba pequeños besos en su mejilla, algo que, por supuesto lograba tentar aún más al hombre. Una vez que cerraron la puerta y la privacidad se volvió su mejor amiga él la arrinconó contra la madera y su cuerpo, ante eso Olivia gimió y lo miró a los ojos emocionada por lo que iba a ocurrir.

Volvieron a besarse, esta vez con un poco más de profundidad, dejando que el deseo que quemaba sus interiores se exteriorice. Las manos inquietas de ambos recorrían el cuerpo del otro, sintiendo en sus palmas como la temperatura corporal empezaba a subir, y como los suspiros y gemidos de placer se tornaban el sonido más placentero que podían oír.

La ropa comenzó a caer al suelo, y la sensación que experimentaban al rozar sus pieles se tornaba impagable, pero querían más, mucho más. Por ende, él alzándola en sus brazos la acostó en la cama dispuesto a complacerla, a amarla como ella lo merecía.

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En la casa de Sonny mientras él preparaba café Amanda se encontraba sentada en la cama de Abril mientras la niña se acomodaba allí dispuesta a dormir. La rubia le leyó el cuento favorito de la pequeña, haciéndole morisquetas y contando cada detalle con gran elocuencia, cosas que hacían reír a Abril, pero que le encantaba. Al terminar Amanda comenzó a acariciar el cabello de la niña, mientras ella sonriendo cerraba poco a poco sus ojitos. El día había sido emocionante y algo agotador, y su cuerpo estaba haciendo eco de ello, pero cada segundo había valido la pena.

—Hasta mañana preciosa, duerme bien.
—Hasta mañana mamá.  

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¡Ay! 😭

📢AVISO: Ya está publicado el primer capítulo de "Arreglarnos", pueden encontrarlo en mi perfil. Espero que les guste y puedan acompañarme en esta nueva aventura. ❤