Hillary Duff
No puede ser, no puede ser.
Me levanto muy rápido del mueble y busco la salida, creo que mi estómago devolverá el trago que le di a la taza de café. Veo como todos me observan al salir, pero si no lo hacía iba a vomitar frente a ellos.
¿Mi papá tuvo un amante? ¿Mi mamá lo sabía? ¿Mi papá no amaba a mi mamá?
Mi mente estaba hecha un remolino de pensamientos, quería llorar, quería gritar; quería respuestas.
Siento la puerta abrirse y antes de ver quien era sentí su olor. El perfume delicado de quien menos quería tener frente a mí.
—¿Se siente bien agente?
La voz de Aileen es suave, está tanteando el terreno. Quiere abrirme como a un libro y leerme completa. Antes de girar a verla me obligo a calmarme.
Siempre fui la mejor en mi campo, siempre dejé a un lado mis expresiones y mis sentimientos. Vine a por este caso, porque quería probarles a todos que sí soy capaz.
—No he desayunado hoy —Digo al darme la vuelta, su mirada es expectante—, Me he sentido mareada. Toda esa historia es terrible.
—Ya lo creo —Baja los pequeños escalones y se acerca más a mí—. Está muy pálida. Debería volver a sentarse.
Antes de volver a responder la puerta vuelve abrirse y está vez es Ned quien está frente a mí, no sentí cuando pero sus manos están por mi cara y su rostro muy cerca de mí.
—¿Qué Tienes? ¿Te sientes bien?
Indaga inquieto, el olor a crema de afeitar me llega leve y me gusta. Es un olor relajante.
—Está muy pálida la chica ¿verdad?
Escucho a la señora Marta comentar.
—Estoy bien es solo que...
—No desayunó esta mañana —Aileen no me deja terminar de hablar.
—¡Anda! —La señora vuelve y habla—, Y yo que le di café, hay personas que no están acostumbrada a ello y si no han desayunado le puede caer muy mal.
—Sí quieres puedo llevarte al hotel —Dice Ned apartando sus manos de mi rostro y dando un paso atrás—, Nosotros seguiremos con la investigación.
—¡No! —Mi voz sale mas fuerte de lo que pretendía—, No, Ned, tranquilo. Es solo un bobo mareo, ya sabes, por no desayunar. Pero este es mi trabajo, no voy a dejarlo.
—Entonces pasen, les daré unos panes y así retomarás fuerzas.
Asiento mientras doy los primeros pasos, Ned me ayuda a caminar posando su mano derecha en mi espalda. La señora entra primero y le sigue John, quien no ha dicho nada sobre mí; seguimos Ned y yo y atrás viene Aileen. Su mirada en todo momento escudriñándome.
Ya adentro vuelvo a tomar asiento en el mueble. Luego Marta vuelve con una bandeja llena de pan de mantequilla y ahora un café con leche, verdad es que más que hambre, siento mi estómago cerrado.
Frente a mí está Aileen, veo que anota cosas en su cuaderno y cuando le pego el primer mordisco a mi pan habla ella.
—Dice usted que esta familia se mudó ¿no es cierto? La esposa del policía.
—Sí así es. Mi Amiga Jessica —Escuchar el nombre de mi madre nunca me había dolido tanto—, se fue casi al año de la muerte de su esposo. Pobre, debía hacerse cargo de su hija y todo eso. Este pueblo suele ser muy quisquilloso a veces. Imagina salir y que todo mundo te vea con lástima porque has perdido a tu marido. Debe ser horrible. Por esa parte entiendo que haya decidido irse.
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Realidad difusa (Completa) #Wattys2022
Mystery / ThrillerLo que ves, ¿es lo que parece? Tus ojos alcanzan a ver todo lo que quieren o, ¿solo lo que pueden? En una gran ciudad han empezado unos homicidios fuera de lo normal. ¿Cómo así? Pues las víctimas TODAS son hombres entre los 20 y los 24 años de edad...