Millionaire: Un embarazo inesperado #1 [BORRADOR]✔️

IV

Capítulo 4: Millionaire

Bella

Soy la peor persona del mundo.

Mientras yo estoy liberando una batalla, otros están pagando por mis errores. Descubrir que estoy embarazada y que me pidan matrimonio son dos de las cosas que soñaba de pequeña, pero no imaginaba que todo fuera tan complicado.

La jaqueca se intensifica a medida que el sol se alza entre los edificios y el ruido de las calles se hace notorio. Los ojos me escuecen al igual que la nariz y las mejillas. Es lo que ocurre cuando lloras toda la noche. ¿Por qué? Porque no sé qué hacer a partir de ahora. No quiero hacer sufrir a Axel, pero temo que todas mis decisiones lleven a ese camino. Casarme con él es lo que quiero, es con lo que soñaba antes del embarazo, pero no sé qué responderle. Engañarle es mi última opción, no pretendo que él se haga cargo de un niño si no es suyo, pero para eso primero debe nacer y 8 meses pasan muy lentos.

Amigos médicos de Hannah me habían explicado los métodos que se usan para sacar ADN al bebé cuando está dentro del vientre por si quería hacer la prueba de paternidad antes del nacimiento, pero no quiero que el bebé sufra. Nada invasivo.

—¡Cambia esa cara! —me regaña Hannah mientras abre la puerta del club —Aquí venimos a disfrutar.

Decirlo es fácil, pero no hacerlo.

—¿Vas a decirme por qué estás ahora así? —ella me voltea a verme, está preocupada por mí porque en cuento me monté en su coche volví a llorar. —¿Qué te ha hecho ese idiota?

—La idiota soy yo —paso un pañuelo por debajo de mis ojos y me muerdo una uña—. Hannah, me ha pedido que me case con él.

Se detiene con brusquedad en la entrada y me mira seria.

—¿Qué le dijiste?

—Nada —expulso un gran suspiro—, me quedé en shock mirando el anillo como si me hubiera poseído.

—¿Cómo Gollum? —esboza una gran sonrisa.

—No es gracioso —enarco las cejas con angustia —. Ayer no durmió conmigo y esta mañana cuando me levanté ya se había ido a trabajar. Me odia y me va a dejar.

Mi amiga me rodea y se para frente a mí. Tiene una de esas miradas indescifrables en las que no sabes por dónde va a salir, luciéndola a juego con ese minivestido negro que le regalaron por la campaña primavera – verano de este año y unos zapatos de tacón también negros.