Millionaire: Un embarazo inesperado #1 [BORRADOR]✔️

XXXI

No me odies 🥺🙏

Capítulo 31: El contrato II

Bella

La pequeña y traidora hija de mi hermano se lanza a los brazos de Oliver, pasando de mí como de la caca. Los oigo hablar, pero no entiendo lo qué dicen ya que mis ojos se posan en el hombre que espera junto a mi hermano. Charlie se adelanta para recibirme y yo acepto su abrazo porque ahora mismo es lo que más necesito. No quiero reconocerlo, pero el ver a Axel aquí me está causando más angustia de la que debería tener.

—¿Has hablado con él? —Me pregunta susurrando Charlie.

—No —le respondo de igual manera.

Deja un beso en mi frente cuando se aleja de mí para aupar a Lottie.

—¿Sabes? Debería estar enfadada porque no me has dado un abrazo —le digo en bromas y le doy un suave golpe en la nariz—. Ya veo que prefieres a otros antes que a tu tía.

Lottie se ríe sin soltar a su muñeca preferida.

—Tía Bella, a ti te quielo mucho —abre sus bracitos lo más que puede y hasta mi hermano se ríe con las ocurrencias de su hija—. Así de mucho te quielo yo.

—Pues no lo parece.

Lottie salta de los brazos de su padre para venirse conmigo y me da un beso de esquimal, es nuestro saludo secreto.

—Pelo también me gusta Olivel — mi ahijada golpea mi mejilla, con la sonrisa ensanchada—. ¿Sabes que fue a vel tus cuadlos polque le gustas? ¿A ti te gusta?

Desvío la vista cuando mi exjefe camina con la maleta pasando por el lado de Axel. Algo le dice el moreno que consigue que el millonario cuadre los hombros y tense la mandíbula. Axel le mira con triunfo y deja atrás su puesto encaminándose hacia nosotros. Tanto Charlie como Lottie borran sus sonrisas de su cara y yo me mantengo estática cuando me abraza.

No entiendo cómo se ha enterado de que venía hoy y aunque lo supiera, no entiendo por qué ha decidido venir. Después de todos esos mensajes, más lo que no he leído porque el teléfono sigue apagado, pensaba que tendría una inteligencia mayor y no se acercaría a mí.

—Te eché de menos, amor.

Cierro los ojos conteniendo las lágrimas para no preocupar a Charlie, quien me mira a la espera de una señal para recatarme de su abrazo.

Me gustaría alejarme de él con la cabeza en alto y con seguridad, pero me temo que no soy capaz. No cuando le miro y solo veo todas esas veces en las que "eran culpa mía" y él se enfadaba conmigo. Fui tan estúpida...

—¿Tú me has echado de menos?

No se puede echar algo de menos cuando se le tiene miedo, ¿no?

—Deberíamos irnos, hermanita —interviene Charlie evitando que conteste —. Mamá y papá se van a preocupar si no llegamos antes de medianoche.