Millionaire: Un embarazo inesperado #1 [BORRADOR]✔️

V

Capítulo 5: Casi, pero no.

Bella.

El spa no me relaja, de hecho, me siento peor. El calor me produce sudoración, que a su vez me pide beber algo para calmar la sed y como consecuencia me mareo. Es un ciclo. Además, tengo hambre. ¡Corrección! Mucho hambre. Debí haber comido más cuando tuve la oportunidad en el restaurante. ¿Me traerían fresas con chocolate aquí dentro?

Desisto. La mujer que nos guía en el circuito me mira mal desde que le pregunté que si estando embarazada podría hacerlo y paso de que murmure algo con la ayudante y se vuelvan a reír de mí.

Hannah está en su salsa, disfruta con todo y sonríe como una niña pequeña en una pastelería. ¡Ay, pasteles! No debo pensar en comer o mi estómago comenzará a comerme a mí misma para saciarme.

—¿Te diviertes?

La esteticien coloca dos rodajas de pepino sobre mis párpados y dos manos masajean mis pies adoloridos, los tengo hinchados y eso que apenas estoy en los primeros meses de embarazo. Me relajo en la silla antes de responder.

—Mucho.

Pasar tiempo con Hannah es un tesoro, por su trabaja y por Axel apenas tenemos momentos para divertirnos juntas, pero siempre sacamos, aunque sean unas horas. Me alegro qué ella no me haya dejado de lado como hizo Kaz y, aunque sé que no es mi culpa, no puedo dejar de extrañar sus asados. ¡Dios, como cocina!

—Tendremos que hacer esto una vez al mes.

—Y no me quejaría, después de que nazca el bebé estaré muy estresada y esto me ayudará a relajarme.

—¡Cierto! —Hannah me quita las rodajas y las tira al suelo —¿Ya tienes pensado algún nombre? ¿Prefieres que sea niño o niña? ¿Le apuntarás a pintura, a baile o a futbol? Y si odia Harry Potter ¿le desheredarás o le darás en adopción?

—Demasiadas preguntas —vuelvo a cerrar a los ojos ocultando la sonrisa que me produce verla tan emocionada—. Aún no tengo claro nada, hace unos días no sabía que me ocurría y recién descubrí que estoy embarazada. ¿Podemos estar un día sin preguntas, por favor? Te prometo que las responderé todas en una cafetería cuando yo misma tenga las respuestas.

—¡Bien! —Hannah me saca la lengua y se estira —¿Quieres que nos quedemos a cenar o prefieres hacerlo en mi casa? He comprado jamón.

—No puedo comerlo —a las embarazas es recomendable no consumir embutido por la toxoplasmosis —, prefiero algo más hecho. ¿Qué tal una pizza?