Millionaire: Un embarazo inesperado #1 [BORRADOR]✔️

XLIV

Capítulo 44: El día que mi vida cambió

Bella

Las lágrimas se me acumulan en los ojos cuando veo el pequeño cuerpo que hay tras el cristal de la incubadora. La enfermera mueve la silla para que pueda estar más cerca. Muerdo el labio inferior viendo el pecho subiendo y bajando con cada respiración —lenta, pero rítmica — y llevo la mano al corazón sin poder creer que ese bebé tan pequeño ha sido un regalo en la vida.

Me permiten tocarlo por primera vez. Meto la mano por uno de esos agujeros con mucho cuidado porque me da tanto miedo el causarle algún daño... pero dicho miedo se evapora cuando le acaricio su mano y patalea con la misma fuerza con lo que le hacía dentro de mi vientre.

—Es un milagro —me dice la enfermera a mi lado.

Así es como lo llamaron Louis y Gerard. Dicen que todo lo que ha pasado en el embarazo ha sido un milagro, desde su nacimiento cuando otros médicos me habían dicho que no lo lograría, el que ahora sobreviviera pese a una pequeña febrícula...

—¿Ya tiene nombre?

Todo el engranaje de mi cabeza se puso en marcha cuando, después de nacer, me dijeron que no era un niño si no una niña. Una pequeña Cooper. Sé que nombre quería ponerla, aunque si hay a alguien a quien agradecer es a Lottie, ella fue quien me dio la idea.

—Aisha.

No me puedo quedar más tiempo ahí porque debo acostarme por la gran cicatriz que tengo tan reciente en mi abdomen. Sé que al día siguiente podré venir ya que proporcionarla mi calor le ayudará a crecer sana y feliz.

No puedo ocultar la sonrisa de mi cara en lo que queda de día. Kaz viene a ver cómo estoy junto con Hannah, al fin ha llegado de su viaje, después mis padres con Charlie y hasta Sylvia quien me trae un poco de jamón ya que fue la única cosa que dije que quería y no podía comer. Pese a todas las muestras de cariño siento un pequeño vacío en el pecho y se acentúa cuando abren la puerta y no es quien quiero que sea.

Mi familia se marcha, mas no Hannah quien dice que quiere acompañarme esta noche y las próximas porque según el código de "mejor amiga" dice que ha sido la peor en su puesto. Mi amiga me trae una botella de agua y unos dulces de chocolate, aquí en el hospital me lo tienen prohibido.

—Con esto me tienes que perdonar.

—Te perdonaré si me cuentas cómo estuvo tu viaje —me acomodo en la cama de forma que la cicatriz no me tire —. Es la única forma de vivir mi vida a través de la tuya.

—Bueno sé de una que se marchó con su jefe a Atenas.

Inclino la cabeza con una pequeña sonrisa al recordar todo lo que sucedió en el viaje. Sigo sin saber cómo es que me dejé de llevar por ese vorágine de lujuria.

Pese a pasar un buen rato con ella no puedo evitar sentir un poco de tristeza y decepción porque él no ha venido. Será que tiene cosas más importantes qué hacer que venir a conocer a su hija.