VIII

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Capítulo 8: ¡Sí, señor!

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Capítulo 8: ¡Sí, señor!

Bella

Mi madre siempre ha dicho que nuestro destino está escrito en las estrellas y por más que luchemos contra ellos es imposible cambiarlo.

Mi destino era encontrarme con ese chico en la fiesta de Castellar y enterarme de que él es el mismísimo Oliver Stratford. Si pensé que las novelas juveniles no podían ser reales, no podía estar más equivocada, queda demostrado que mi vida podría ser escrita para una novela de ciencia ficción o de terror.

No he pegado ojo en todo el fin de semana y, junto con las náuseas matutinas, me tienen como si un camión me hubiera pasado por encima.

Preparo un desayuno rápido, tanto para mí como para Axel. Él no tiene tiempo que perder, debe partir a Polonia en un par de horas y aún no ha terminado de hacer la maleta. Ha sido avisado a última hora de la noche del cambio de billete, se suponía que este viaje no lo realizaría hasta la semana que viene, pero alguien de arriba creyó necesario adelantarlo y como acaba de empezae, no puedo negarse a un mandado.

—Tengo la sensación de que algo se me olvida —Alex aparece por la puerta de la cocina estresado, trae la maleta medio abierta y está a medio vestir —. ¿Cómo pueden avisar con tan poco tiempo de antelación?

Le soy un beso en la mejilla queriendo que se tranquilice y una suave sonrisa se expande por su rostro cuando sus brazos me abrazan.

—¿Estás nerviosa por empezar?

Nerviosa no es la palabra que diría, más bien aterrorizada. No sé qué me voy a encontrar allí cuando llegué, pero de lo que sí estoy segura es que no será nada bueno.

Después de la fiesta de presentación y de escuchar a Alex alabarle como si fuera el mejor ser humano que existe, busqué su nombre en Internet. Por primera vez salía la fotografía de su rostro y junta a ella un sin de buenos comentarios que ensalzaban la labor en Castellar. En algunas páginas de prensa rosa, hablaban un poco más de la parte personal de él, pero no demasiado jugoso ni interesante que podría darme alguna pista de cómo es tratar con alguien como él. Sin embargo, en todas ellas se repetía las mismas palabras: «perfeccionista, polifacético, persistente, perseverante, persuasivo y perspicaz».

—Debes tranquilizarte —me acomoda un mechón de mi pelo tras la oreja y me besa la frente—, Oliver no es un mal tipo o eso dicen.

Ojalá tuviera razón, pero sé de sobra que solo es una opinión subjetiva de una persona que trabaja para él. De seguro les paga para que hablen bien.

—¿Te cuento algo? —Se sienta a mi lado mientras me sirve la infusión. —Nadie sabía que había despedido a su secretaria, Richard mencionó que estuvo trabajando con Fred y Patrick Stratford en el pasado.

¿Ha despedido a una mujer solo para contratarme? ¿Qué tan salido debe estar para que su órgano viril sea quién manda y no su cerebro?

Me despido de Axel en la puerta de nuestra casa y me asegura que me llamará una vez llegue a Varsovia. Me desea toda la suerte del mundo en este nuevo trabajo y me besa en los labios antes de hacer lo mismo en mi abdomen. «Está emocionado con ser padre» y a mi me alegra que en verdad estemos haciendo esto.

Millionaire: Un embarazo inesperado #1 [BORRADOR]✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora