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Capítulo 24: Luna de Miel en Atenas I

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Capítulo 24: Luna de Miel en Atenas I

Bella

Me froto los oídos y pellizco la piel de mi brazo por si escuché mal, pero... ¡No! ¡Lo dijo!

¿Luna de Miel? ¿En serio? ¿Quién podría creerse que yo aceptaría casarme con él?

Oliver guarda la tarjeta de la habitación en el bolsillo y echa a andar hacia el ascensor obligándome a acelerar mis pasos para alcanzarlo antes de que se cierren las puertas.

Está en modo ogro gruñón desde que nos subimos al taxi que nos esperaba en el aeropuerto, recibió una llamada que rechazo y luego un sinfín de mensajes que ignoró hasta el punto de hacerle apagar el teléfono.

—¿No crees que me debes una explicación? —Espeto molesta tirando de mi maleta. —¿Luna de Miel? ¿Y qué es eso de una sola habitación?

Oliver se mantiene serio cuando pulsa el último botón, la suite ocupa todo el piso. Me mira por el rabillo de ojo y clava los dedos en el teléfono móvil fingiendo que no me escuchó.

—Yo reservé dos habitaciones.

—Y yo lo cambié.

—¿Por qué? —Continuo con mis reclamos.

—¿Por qué sigues con ese idiota?

Arrugo la nariz por el desconcierto.

—¿Qué tiene que ver una cosa con la otra?

—Mucho, son preguntas para las que ninguno de los dos vamos a responder al otro —espeta molesto mientras su espalda toca la pared del ascensor y se masajea el puente del nariz—. ¿O me equivoco?

Blanqueo los ojos y prefiero mantener la boca cerrada ya que diga lo que diga voy a terminar gritando y aquí la única perjudicada voy a ser yo y este bebé que no tiene la culpa de las malas decisiones que tomó su madre.

«No se merece nada de mí».

Que no diga nada no significa que no siga enfadada con él. Hay cosas que no controlo y es que este cóctel hormonal que llevo dentro me hace sentir doblemente, con mayor intensidad y frecuencia todas mis emociones.

Ingenua de mí, creí que Oliver tendría una pizca de remordimiento por cómo acabaron las cosas. No sé, pero pensé que se disculparía por ser un cabrón infiel y por ese teatrillo de "hombre herido en su orgullo" por haberle dejado la mañana después de acostarnos. Pero no, él ha seguido con ese papel de machito alfa conmigo, con este tira y afloja que no va a terminar hasta que uno de los dos quede tuerto.

Me he replanteado muchas veces el por qué aceptar en venir a Grecia, pero hay tantas preguntas circulando por mi mente que me piden respuestas para las que yo no tengo. Además, ¿venir a Atenas siendo tu ciudad favorita y de forma gratis? Sé que podré fingir que no quiero lanzarlo al mar Mirtos por los días que esté aquí.

Millionaire: Un embarazo inesperado #1 [BORRADOR]✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora