XXVIII

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Capítulo 28: Amargas verdades

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Capítulo 28: Amargas verdades

Axel

Me despojo del abrigo cuando toco suelo estadounidense y enciendo el teléfono antes de pasar a recoger la maleta. Estoy exhausto, hambriento y con un dolor de cabeza que ha ido creciendo con el paso de las horas, cosa que me ha impedido conciliar el sueño en el avión y que me ha mantenido en alerta durante todo el vuelo.

Tengo un mal presentimiento, es tan fuerte la sensación que de inmediato le envío un mensaje a Bella preguntando dónde está, pero, como de costumbre, ella no me responde. Le gusta hacerme enojar sabiendo que no tolero este tipo de conductas tan infantiles.

Me trago el enojo cuando reconozco a la mujer que me espera en la salida del aeropuerto y que me recibe con un abrazo y un beso.

—Hola, mamá.

—¿Cómo estuvo el vuelo, cariño? —Enhebra su brazo con el mío mientras avanzamos hacia la parada de taxis. —Te extrañé mucho, ya casi pasaron cinco meses desde la última vez que estuve aquí.

Es de agradecer que alguien sí se preocupe de ti cuando ni tu propia novia está para recibirte después de un viaje tan largo.

Mi madre parlotea sobre las fundaciones y ONGs que fundó junto con su grupo de amigas, todas ellas disfrutan ayudando a quien más lo necesita, y me comenta sobre los nuevos talleres que están preparando en el polideportivo del barrio para integrar a los jóvenes de bajo recursos. No solo me habla de ella, sino también de mi quien se ha apuntado a un equipo de natación como su padre y quien asegura que será el mejor cuando sea mayor.

Tras su monólogo llegan las preguntas sobre el viaje y el nuevo trabajo, a lo que yo respondo de forma escueta y evitando, en todo momento, mencionar el puto video de Polonia y el altercado vivido en la cada de los Domenec frente a los Stratford.

Las palabras se Sean repercuten en mi cerebro, obligándome a mirar el teléfono esperanzada cuando este suena con uno de esos estúpidos mensajes para que te cambies de compañía telefónica.

—¿Qué tal la convivencia con Bella?

No voy a negar que me sorprende que ella no esté en el aeropuerto. ¿Será que todavía sigue molesta?

Margaret desvía la mirada hacia el taxi que se detiene frente a mí, la excusa perfecta para no responder cree ella. Me siento a su lado y repito la pregunta.

—Bella no está.

—¿A qué te refieres con que no está? —Mi cabeza empieza a imaginarse cosas que no son y... —¿Se fue de casa porque discutisteis?

Mi madre niega con la cabeza y recuerdo la amenaza de Oliver.

—Vino vuestro jefe —duda y mira al techo intentando recordar no sé qué —, em... Oliver Stratford, sí, ese, a buscarla y se fueron de viaje.

Millionaire: Un embarazo inesperado #1 [BORRADOR]✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora