❝Me prometí a mí mismo que nunca jamás volvería a verte llorar.❞
→ Nyoko no recordaba haber llorado nunca. Desde que perdió los recuerdos de su traumática infancia, su vida había parecido tomar un camino normal y tranquilo. Pero todos los secretos d...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
EL PASADO DEL TRÍO DE LA CLASE C.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Golpeó de nuevo el estómago de aquella chica con fuerza haciendo que cayera entre los brazos de sus compañeros, inconsciente. Luego le dio una mirada asesina al resto de los acosadores y estos tragaron en seco.
━Si os atrevéis a acercaros a nosotros otra vez tendréis que afrontar las consecuencias.━dijo, y con ese pequeño aviso ellos salieron corriendo de inmediato sin querer acercarse a la pelinegra de nuevo.
La Suzuki soltó un suspiro una vez se encontraron solos y giró su cabeza, observando atentamente al chico sentado contra la pared y que estaba a punto de entrar en un ataque de pánico.
Había notado esa mañana cuando entraron a clases cómo los alumnos de cursos superiores molestaban al chico de pelo naranja que consiguió ganarse una mala reputación. Y la razón del acoso, los golpes hacia su compañero no era ni más ni menos que la particularidad que poseía. Apenas eran unos niños aún en la escuela pero la gente era cruel con el resto.
Ambos sufrían por el bullying a causa de sus koseis, las personas los veían como monstruos por tener poderes que no eran de su agrado y no paraban de insultarlos e intentar acabar con ellos. Y es por eso que Nyoko salió a defenderse tanto a ella misma como a ese chico que salió herido por la pelea pero que no tuvo el suficiente valor para evitar los golpes en su cuerpo.
Escuchó un sollozo por parte del pelinaranja y la chica entrecerró los ojos sin saber muy bien qué hacer, no estaba acostumbrada a tener que consolar a la gente y apenas sabía como relacionarse con los demás. La única persona con la que se sentía cómoda interactuando era con su padre, y no con desconocidos que acababa de conocer tras una pelea con sus acosadores. Sin embargo sintió una punzada de dolor en el pecho al oír el llanto inminente del niño.
━Eh... Deja de llorar.━habló rompiendo el tenso silencio que había entre ambos, el pasillo se encontraba casi vacío y nadie podía oírlos en aquel momento afortunadamente. Porque solo eran dos chicos con ganas de salir de allí para acabar con su sufrimiento.━Solo los tontos lloran.
