CAPÍTULO 46.

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PREOCUPACIÓN

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PREOCUPACIÓN.

Nyoko frunció levemente el ceño, sintiendo que algo estaba fuera de lugar, algo que faltaba

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Nyoko frunció levemente el ceño, sintiendo que algo estaba fuera de lugar, algo que faltaba. Miró a su alrededor, tan solo encontrándose a sus compañeros preparándose para el concierto de aquel día. Mientras que el grupo de los bailarines se aseguraba de que sus trajes estuvieran perfectos y el grupo de ayuda de que todos los preparativos se encontrasen listos, el grupo de la música seguía tratando de que el maldito rubio se pusiera la camiseta que prepararon para el concierto.

El pobre Kaminari siguió intentando convencer a Bakugou para que accediera a vestir la simple camiseta, pero este no dejaba de negarse con la cara de pocos amigos que siempre ponía.━¡Vamos, Kacchan... no nos dejes así! ¡Todos tenemos que combinar!━le suplicó una y otra vez, recibiendo a cambio un gruñido de su parte. 

Al momento hubo un tenso silencio entre los miembros de la banda, y en cuestión de segundos este fue cortado cuándo repentinamente la pelinegra tomó la dichosa camiseta con una mano; después la otra la cerró con fuerza y con su puño golpeó la cabeza del rubio, que se giró de inmediato para quejarse y explotar la cara de quién quiera que lo hubiera atizado.━Ponte la dichosa camiseta o tu cara no será lo primero que golpeé, por si no recuerdas dónde acabó mi pie en el Festival Deportivo.━dijo de forma seria.

Bakugou hubiera explotado la cara de cualquiera, con excepción de la Suzuki. Porque el recuerdo de aquel golpe seguía persiguiéndolo hasta en sus pesadillas, y su orgullo podía más con él. Además, enfrentar a la persona que lo humilló no estaba entre sus planes y sabía bien que aquella chica lo pondría en su lugar si era necesario; incluso a veces no comprendía cómo el maldito nerd de Midoriya había logrado ganarse a alguien tan testaruda. 

━... Tch, dame esa maldita camiseta.━soltó molesto, alejándose mientras sobaba su cabeza aún dolido por el golpe. 

━¡Gracias, Suzuki!━dijo Kaminari aliviado de no haber salido de allí con alguna quemadura.

━Mph.━fue lo único que respondió. 

━Cuándo Midoriya está aquí está mucho más tranquila...━murmuró Denki soltando una pequeña risa.

━Es su forma de lidiar con los nervios, aunque lo que dices tampoco es mentira.━respondió Jiro dándole la razón.━Aunque, ahora que lo mencionas, ¿dónde está Midoriya?━preguntó confundida la cantante.

━Ah, conque eso faltaba.━mencionó la Suzuki dándose cuenta de que la falta del pecoso era lo que la molestaba desde hace rato.━Aoyama, ¿no me habías dicho antes que Izuku había ido a comprar unas cuerdas para el baile?

━¿Ah? Sí, aunque ya va algo tarde. 

El rubio decidió seguir los pasos de su amiga cuándo quedaba poco tiempo para comenzar el festival, y se quedó a su lado al ver que esta decidió esperar al peliverde frente a la entrada de la academia. Y realmente Aoyama supo que Deku iba a estar en serios problemas cuándo apareció apresurado por la puerta de la U.A. 

━¿¡Midoriya!? ¡Llegas tarde!━dijo Aoyama al verlo.

━¡Aoyama, N-nyoko! ¡Lo siento mucho!━respondió casi sin aire, disculpándose por haber llegado prácticamente sin tiempo para prepararse.

━¿¡Qué te pasó, te golpearon!?━preguntó confundido el rubio cuándo este se acercó a ambos.

━N-no, me caí...━trató de excusarse, pero pronto sintió sus nervios a flor de piel al notar la seria mirada de la pelinegra en él.━¿Por qué me miras así? Mejor vámonos, tengo que cambiarme y...

━Tú vienes conmigo.━lo interrumpió al momento la Suzuki, quitándole la bolsa para dársela rápidamente a Aoyama y después cargar al peliverde sobre sus hombros como si fuera un saco.

━¡N-nyoko!━dijo algo avergonzado mientras Aoyama los miraba en silencio con una sonrisa, sabiendo que no podía hacer ni decir nada o acabaría llevándose un golpe como Bakugou antes.

━Calla.

El pecoso mantuvo el silencio, porque sabía bien que la terquedad de la pelinegra era superior a la suya. En cuánto llegaron a los vestuarios, que estaban vacíos ya que el resto de sus compañeros estaban preparándose todavía en el escenario, la pelinegra dejó al pecoso sentado y pronto tomó el botiquín para ponerse a su lado. Mientras esta comenzaba a limpiar su rostro y ponía algunas banditas para cubrir sus heridas, el peliverde notó su expresión preocupada.

━... Mi padre y Recovery Girl están de vigilancia, si queremos que llegues a tiempo a bailar es mejor que te trate aquí.━mencionó rompiendo el silencio, recibiendo un leve asentimiento por su parte.

━Siento haber llegado tarde...━murmuró aún avergonzado, y unos segundos después la Suzuki puso sus manos en ambas mejillas para obligarlo a que la mirara.

━No me molesta que hayas llegado tarde, ni siquiera estoy molesta.━dijo tirando levemente de sus mejillas.━Solo me tenías preocupada, preocupada de que otra vez te hubieras hecho daño.

━Pero...

━Sé que no te caíste. Para hacerte estas heridas deberías haberte caído de un rascacielos, y ni a eso habrías sobrevivido.━murmuró haciendo que este abriera sus ojos confundido.

━¡Nyoko!

━Cuándo te curé las heridas de tu pelea con Bakugou me prometiste que no volverías a meterte en problemas.━dijo terminando de tratar las heridas de aquella ocasión.

Midoriya tan solo atinó a bajar de nuevo la cabeza.━Lo sient...

━No me pidas perdón.━frunció su ceño para después tapar su boca.━Ahora ve y prepárate, estoy segura de que Eri estaría triste si no te viera.

El pecoso asintió algo triste, sintiéndose regañado, así que se levantó para ir a cambiarse sino fuera porque la Suzuki lo interrumpió una última vez.

━... La próxima vez, estaré ahí para ayudarte. Así que al menos trata de no preocuparme tanto.

Nyoko se alejó para ir junto con sus compañeros, dejando atrás a un sonrojado Deku que se planteó si siquiera podría participar en el baile después de aquel beso. Tomó un profundo respiro y se decidió a hacerlo lo mejor que pudiera para no decepcionar ni a Mirio, ni a Eri ni a la pelinegra. 

Toda esa preocupación por él le hacía recordar que su vida ya no era solo suya, también le pertenecía a todos los que se preocupaban por él y le hacían seguir creyendo que ser un héroe merecía por completo la pena. Porque tenía que proteger sus sonrisas mientras pudiera.

 Porque tenía que proteger sus sonrisas mientras pudiera

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