❝Me prometí a mí mismo que nunca jamás volvería a verte llorar.❞
→ Nyoko no recordaba haber llorado nunca. Desde que perdió los recuerdos de su traumática infancia, su vida había parecido tomar un camino normal y tranquilo. Pero todos los secretos d...
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DESESPERACIÓN.
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Nyoko y Deku combinaron sus fuerzas en un último ataque, dejando finalmente inconsciente a Muscular y salvando de una vez por todas a Kota. El pecoso notó sus brazos de nuevo dañados por culpa del uso excesivo del One for All, y después vio a la pelinegra caer de nuevo al suelo tosiendo algo de sangre por culpa de la intensa pelea contra el villano.
━¡Nyoko!━dijo preocupado acercándose hasta ella, pasando un brazo por su espalda y notando lo pálida que se había puesto la piel de la chica.━Has perdido demasiada sangre, tenemos que volver para que te recuperes y...
━Lo importante ahora no soy yo.━lo interrumpió repentinamente, para después mirar a Kota, que se acercaba preocupado hasta ellos.━Kota, ¿tienes un quirk de agua cierto?━preguntó, a lo que él asintió.━Entonces te dejo una tarea... apaga el fuego y no dejes que el incendio y el humo vayan a peor.━le pidió con una leve sonrisa.
━Nyoko-san, yo...━dijo a punto de llorar.
━Sé que puedes hacerlo.━respondió, a lo que el menor asintió entre lágrimas y colocó de nuevo su bufanda alrededor de su cuello. Además Nyoko notó cómo el peliverde la alzaba entre sus brazos y la colocaba en su espalda de repente, sorprendiéndola por su acción.━Izuku...
━Vamos Kota-kun, tenemos que encontrar a Aizawa-sensei y a Mandalay.
━¡Sí!
La pelinegra simplemente entrecerró los ojos sintiéndose algo mareada, y apoyó su cabeza sobre el hombro del pecoso muy cansada. Al momento notó al chico apretar el agarre por miedo a que se fuera, y ella simplemente pasó sus brazos por su cuello para aferrarse mejor a él, sintiéndose algo mejor ahora que parecía haber pasado el peligro.
O eso era lo que pensaba de forma tan ingenua, por que un poco después detuvieron su paso para que pudieran descansar un poco. Nyoko se bajó asegurándoles que podía caminar ya bien, recuperando poco a poco la sangre que había perdido, pero entonces los tres escucharon un grito proveniente de cerca, que provocó un escalofrío en la espalda de la Suzuki.
