❝Me prometí a mí mismo que nunca jamás volvería a verte llorar.❞
→ Nyoko no recordaba haber llorado nunca. Desde que perdió los recuerdos de su traumática infancia, su vida había parecido tomar un camino normal y tranquilo. Pero todos los secretos d...
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UN POCO DE SANGRE.
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Una pequeña niña pelinegra mantenía su mirada fija en la pared, escuchando atentamente el cuento que una sombría figura leía para ella. Sin embargo eventualmente perdió el interés en este y buscó el calor en su cuerpo por culpa del frío que hacía en aquella casa, y no pudo evitar sonreír levemente cuando el mayor la cubrió cuidadosamente con una manta.
Casi siempre se encontraba sola allí, excepto por la compañía de aquel extraño hombre al que le había tomado algo de cariño. Todos los días se encargaba de mantenerla entretenida, de vigilarla constantemente, de educarla y asegurarse de que por nada del mundo saliera de lo que tal vez la menor podía considerar un hogar.
Aquello hacía que Saki sintiera nada más que pura curiosidad por saber qué la rodeaba. Porque desde que tenía consciencia no dejaba de preguntarse porqué se encontraba allí, porqué el hombre de la extraña sonrisa jamás quitaba su mirada de ella cuando pasaba por su lado, o porqué no podía salir más que al jardín a tomar algo de aire fresco y ni pensar en hacer amigos.
━Kurogiri, ¿a dónde fue mi hermano?━preguntó en voz baja mientras recostaba su cabeza sobre la mesa y se tapaba con la manta, esperando a que el mayor volviera lo más pronto posible para jugar con ella. Ella era la única que podía acercársele, la única que podía hacerle sonreír aunque fuera un poco y que podía pasar tiempo con él sin ser cruelmente rechazada.
Pero había demasiadas cosas que no terminaban de encajar. Siempre que preguntaba el porqué tan solo estaban ella y él, o dónde se encontraban sus padres; jamás recibía una respuesta. Y la curiosidad de Saki crecía cada día más y más, no podían dejar a la menor de los Shimura sin una sola contestación. Para All for One, ese era el defecto de la niña y como tal la menor era la debilidad de su hermano mayor y discípulo.
━Espero que vuelva pronto Saki. Pero no te alteres, eso no es bueno para tu cabeza y tus memorias.━respondió el hombre tendiéndole una taza de chocolate caliente a la ojinegra, que aceptó con gusto mientras pensaba en el porqué siempre Kurogiri le decía eso cuando se ponía dudosa o nerviosa. No tenía clara la razón por la cual sus recuerdos importaban tanto.
