╭══════•>☇<•══════╮𝗘𝗹 𝗮𝘂𝘁𝗼𝗯𝘂́𝘀 𝗻𝗼𝗰𝘁𝗮́𝗺𝗯𝘂𝗹𝗼
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Después de alejarse varias calles, encontro a un jadeante Charlus en el piso y mirando fijamente a un lugar en particular, no tenia su varita en mano.
Heather se acercó, quedando unos pasos atras.
—¿Qué miras?
Charlus dio un brinco y se volvio hacia ella.
—¿Heather? ¿Qué haces...? ¡Carajo! —exclamó de pronto, levantándose de un salto—. ¡Estás sangrando! ¿Estás bien? Olvídalo es estúpida la pregunta, ¿cómo te lo hiciste? —preguntó acercandose a Heather y alargando su mano.
Heather, sin embargo, dio un paso hacia atrás.
—¿Qué paso con Marge? —interrogó, ignorando la pregunta. Mientras dejaba sus cosas en la acera. Procedió a sacar del bolsillo de sus pantalones el pañuelo que Hermes le había regalado y lo colocó sobre su herida haciendo una ligera presión.
Charlus torció labios con aire decepcionado, para después soltar un suspiro lleno de frustración—. Dijo cosas que no me gustarón y termine perdiendo el control.
—Si que eres idiota.
—¿Viniste aquí solo para decirme que soy un idiota? —refunfuño, sentándose en la acera y juntando sus rodillas a su torso para abrazarlas.
—Vengo a tomar el autobús, idiota. Pero sí, también para decirte lo idiota que eres —admitió Heather, sacando su varita de su baúl.
—¿Autobús? ¿Qué...?
Heather, sin embargo, no contesto y levantó su varita por encima de su cabeza. Charlus se quedo en silencio, observando, como siempre.
Sonó un estruendo, lo que obligó a Heather a llevar su cabeza contra su hombro y a Charlus a taparse los ojos con las manos, para protegerlos de una repentina luz cegadora...
Dando un grito, Charlus se apartó rodando justo a tiempo. Un segundo más tarde, un vehículo de ruedas enormes y grandes faros delanteros frenó con un chirrido exactamente en el lugar en que había estado Charlus.
Era un autobús de dos plantas, pintado de rojo vivo, que había salido de la nada. En el parabrisas llevaba una inscripción con letras doradas: AUTOBÚS NOCTÁMBULO.
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𝖧𝖾𝖺𝗍𝗁𝖾𝗋 𝖩𝗈𝗌𝖾𝗉𝗁𝗂𝗇𝖾 𝖯𝗈𝗍𝗍𝖾𝗋
Fanfic𝖰𝗎𝖾́ 𝗏𝖺𝗅𝗂𝖾𝗇𝗍𝖾 𝗍𝖾 𝗏𝖾𝗌 𝗍𝖾𝗆𝖻𝗅𝖺𝗇𝖽𝗈 𝖽𝖾 𝗆𝗂𝖾𝖽𝗈, 𝗉𝖾𝗋𝗈 𝖺𝗋𝗋𝗂𝖾𝗌𝗀𝖺́𝗇𝖽𝗈𝗍𝖾 𝖺 𝘃𝗶𝘃𝗶𝗿𝗹𝗼. 𝘑. 𝘎𝘶𝘦𝘳𝘳𝘦𝘳𝘰