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𝗘𝗹 𝘃𝗶𝗮𝗷𝗲 𝗱𝗲𝘀𝗱𝗲 𝗲𝗹 𝗮𝗻𝗱𝗲́𝗻 𝗻𝘂𝗲𝘃𝗲 𝘆 𝘁𝗿𝗲𝘀 𝗰𝘂𝗮𝗿𝘁𝗼𝘀
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El último mes de Heather con los Dursley fue... curioso. Dudley le tenía miedo y no se quedaba con ella en la misma habitación, y Petunia y Vernon no la encerraban en la alacena ni la obligaban a hacer nada ni le gritaban. En realidad, ni siquiera le dirigían la palabra. Mitad aterrorizados, mitad furiosos, se comportaban como si la silla que Heather ocupaba estuviera vacía.
Aquello significaba una mejora en muchos aspectos.
Tuvo la oportunidad de regresar a Londres para comprar cosas para su uso diario, que eran necesarias, y otras no tan necesarias.
Cuando volvío dejo impresionada a Petunia, que estaba en la sala tomando el té, cuando la vio llegar con bolsas y lo que parecia ser un estuche de un instrumento, sí, lo era.
¡Se había comprado un violin propio!
Solo suyo, no tendria que volver a pedirle uno prestado a nadie. Era de segunda mano, pero comprobo que servia igual que uno de primera. Heather estaba que saltaba de la emoción en cuánto lo vio. De ropa también encontró ropa de su talla y gusto, que era de igual segunda mano, pero estaba en buen estado. Otras cosas que se compro fueron más libros, igual de segunda mano, un set de costura y telas. Con todo lo que compro aún le quedo dinero para dos violines de primera y maximo 10 libro de segunda. No estuvo mada mal.
Despues de su mini aventura por Londres, Heather se quedaba en su cuarto, (que ahora tenia más libros de diferentes temas, magicos o no, pergaminos por todos lados en donde practicaba su escritura con pluma y tinta, entre otras cosas que utilizo para practicar hechizos de un libro, no resulto tan mal como esperaba) en compañia de Merlín, el nombre del jarvey, se llamaba Merlín por el aspecto de dicho mago (pelo blanco y ojos marrones).
Descubrio a que se referia Hagrid cuando dijo que los jarvey's eran groseros, antes de ser nombrado como el mismisimo principe de los encantamientos tenia pensado llamarlo Herpo, cuando se lo conto solo recibio una mirada fulminante y el claro mensaje de «Jódete», quien lo viera portando un mini sueter amarillo y durmiendo tranquilo nunca se imaginaria que tendria ese vocabulario.
Con la tela y el set de costura que compro utilizo una parte para hacerle mini ropa a Merlín, pues este exclamó en pocas palabras su descontento al que ella tuviera ropa nueva y él no, tuvo que hacer patrones varias veces ya que Merlín engordo en el corto transcurso de tiempo que llegó a vivir con ella, aún tenia algunos rasguños, pero afortunadamente habia subido de peso.
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𝖧𝖾𝖺𝗍𝗁𝖾𝗋 𝖩𝗈𝗌𝖾𝗉𝗁𝗂𝗇𝖾 𝖯𝗈𝗍𝗍𝖾𝗋
أدب الهواة𝖰𝗎𝖾́ 𝗏𝖺𝗅𝗂𝖾𝗇𝗍𝖾 𝗍𝖾 𝗏𝖾𝗌 𝗍𝖾𝗆𝖻𝗅𝖺𝗇𝖽𝗈 𝖽𝖾 𝗆𝗂𝖾𝖽𝗈, 𝗉𝖾𝗋𝗈 𝖺𝗋𝗋𝗂𝖾𝗌𝗀𝖺́𝗇𝖽𝗈𝗍𝖾 𝖺 𝘃𝗶𝘃𝗶𝗿𝗹𝗼. 𝘑. 𝘎𝘶𝘦𝘳𝘳𝘦𝘳𝘰