40. More than words

86 18 39
                                    

[René]

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

[René]

—¿Terminamos como en la versión original?

—Sip —concuerda, para después hacer una pausa—. ¿Crees que sea especial este año?

Bufo, rodando los ojos. Desde que Nada se enteró de que hoy es el aniversario de Laura y Doménico, y que han salido a almorzar a un restaurante bonito, no ha podido dejar de hacer preguntas sobre ello, aun cuando estamos metidos en el salón de música intentando terminar los detalles de un tema que empezamos a recrear hace tiempo. Le emociona por algún motivo que no comprendo, pero bueno, hay mucho en ella que jamás voy a llegar a comprender.

—No lo sé, acompáñalos, si quieres —arrastro.

—¿Cómo los voy a acompañar? Es un aniversario, es de dos, duh.

—Bueno, en ese caso, ¿te importaría devolver tu concentración a nuestro asunto?

—No se va a acabar el mundo si no hacemos un final perfecto, amargado.

—Bueno, se va a acabar el mío. Lenta y dolorosamente.

—Deberías hacer algo con esa obsesión tuya.

—Soy perfeccionista y me aceptaste así, enfréntalo.

Nada se ríe y repasa el final del tema, aunque, por más que no puedo verla, estoy seguro de que sigue pensando en la cita de mis padres.

—Llevan bastante tiempo juntos, ¿no? —pregunta.

—Sí. Y no comprendo por qué esto te parece tan emocionante.

—Nunca había estado cerca de un aniversario, René —me explica—. Esto de las relaciones y los lazos que duran es nuevo para mí. En donde crecí nada duraba mucho tiempo.

Puedo comprender eso. Comprendo que la vida en un orfanato puede sentirse muy agitada y los lazos pueden llegar a ser ciertamente transitorios. No sé qué me cuesta ponerme en su lugar de vez en cuando.

—Llevan juntos diecinueve años —relato, repasando el tema por mi cuento mientras hablo—. Según me han contado siempre, fueron el uno para el otro desde que se conocieron.

—¿Cómo se conocieron? —pregunta, fingiendo que no le interesa tanto como sé que le interesa.

—En una fiesta. Era un evento benéfico, pero no recuerdo muy bien con qué objeto se ofrecía. En fin, ambos estaban ahí con sus respectivas familias. Laura estaba junto a la barra pidiendo una copa cuando Doménico la vio y se le acercó. Conversaron por un momento y se presentaron, pero Laura no quiso a decirle a él su apellido para que no la juzgara por ello. Él aceptó el reto con gracia y citó a Magritte para ella.

—Espera, ¿René Magritte?

—El mismo.

—¿Y por eso te pusieron René? —exclama, entusiasmada.

Amar a la nada ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora