capítulo 1

46 3 2
                                    

Todo comenzó con el primer día de empezar el curso, clase nueva, profesores nuevos, compañeros de clase nuevos... Todo pintaba bien... Y más teniendo en cuenta que es mi último año de instituto. Bajé a desayunar aún en pijama y pantuflas rumbo a la cocina. Mi madre me había dejado una nota en la nevera: "Tienes cereales en el estante de arriba y la leche en la nevera. Suerte en tu primer día, te quiere. Mamá"

Recuerdo los primeros días de colegio cuando mi madre me despertaba y me preparaba el desayuno "especial para un día especial" Crecer tiene sus desventajas. Al cumplir los 15, mi madre encontró trabajo y yo preparaba mi versión del desayuno especial. Era eso o morir de hambre, y bueno, no podía morir ahora que había empezado a leer un libro realmente interesante.

Terminé de desayunar y volví a mi cuarto a cambiarme. Me coloque mis vaqueros negros, mi camiseta de estampado de manchas de pintura, mis zapatillas blancas y el pelo suelto. Guardé en la cartera los auriculares, libros y libretas lista para salir de casa. El trayecto hasta la estación de tren se me hizo corto, igual que en este y en menos de media hora estaba frente a la puerta del Instituto.

-Pero bueno, ¡si es la trotamundos!

He aquí mi mejor amiga Tori, rubia, ojos verdes, 1'70 de altura, competente en sus estudios, aunque esta como una cabra y se guía a base de impulsos. Podría ser perfectamente la protagonista de cualquier historia, pero por suerte o desgracia no de esta.

-¿Que tal te ha ido en "el gran viaje de Alexandra"? - Argumentó dramática.

-¿Como que Alexandra? Así me llama mi madre cuando se enfada. - Hizo caso omiso de lo que le dije y continuó.

-Bueno Alex, cuéntame.

-Gran parte de España y Francia. Ah, y te he traído esto.

-¡Es un llavero de Minnie! - Debería de recalcar que ambas somos muy fans de Disney.

-Para la colección.

-Pero cuéntame cuéntame. - Sonó la campana y entramos juntas a clase. - ¿Algun chico?

-He visto a muchos chicos Tori. - Dije desinteresada.

-Venga ya, dime, ¿conociste "al chico"?

-Mmmm, puede. 

La rubia aplaudió eufórica mientras la profesora entraba. Como digo, podría ser protagonista, o la chica a la que matan primero en una película de terror (esperemos que sea lo primero) 

-Veo que tengo buen recibimiento. - Rei ya que se refería a Tori. - Bien, voy a ser vuestra nueva tutora...

No voy a aburrir con cosas que todos sabemos sobre el primer día, rellenar fichas personales todas las horas. Por fin sonó el timbre y nos fuimos a casa.

-Había pocos alumnos, al pasar lista faltaban muchos.

-Si, aunque es viernes, y eran solo 4 horas... -Excusó mi amiga.

-¿Quieres que volvamos andando? Hemos salido pronto.

-Hecho, además, tienes que contármelo todo con sumo detalle.

-¿Que dejaré sino para el fin de semana? -Respondí.

-Cierto, entonces... Te cuento yo las mías.

Y comenzó a charlar y charlar, ah si, y más charlar. Que si había visto a no se quien, que si le había ocurrido no se cuanto por milésima vez... Llegamos a nuestra calle.

-Mira, es la señora Chester.

-Señora Chester, hola. - Nos acercamos. - ¿Se muda?

-Hola mis preciosas niñas. - Nos dió un abrazo a cada una. - Mi hija ha tenido un bebé y me mudare un tiempo con ella.

- Eso es genial señora Chester, lo del bebé, no que se mude.

-Ay querida Victoria, os voy a echar mucho de menos. - Le sostuvo la barbilla durante unos segundos. - He alquilado la casa mientras no estoy, se me hace muy difícil venderla y desprenderme de ella. - Suspira.- Tantos recuerdos...

-Le entiendo perfectamente. -Dije. - ¿Y quien vivirá aquí?

-Es un matrimonio joven, no se si tienen hijos, son muy amables y sociables, seguro que encajan muy bien en el barrio.

La ayudamos a meter varias cajas en una pequeña furgoneta de mudanzas, luego nos despedimos de ella y cada uno se fue por su lado. Entramos en casa y mi madre aun no había vuelto de trabajar.

-¿Como es ese chico? Cuéntame, plis.

-No se como es, solo se que me pareció muy guapo y tenía buen físico.

-Buah tía, necesitas hablarle. -Dijo tirándose en mi cama.

-Ya, pero no se cuando lo volveré a ver, si es que lo vuelvo a ver. - Cogí una revista y la hojeé.

Nos pasamos todo el fin de semana en pijama y pantuflas de unicornio, rodeadas de películas románticas, revistas y comida basura. Este curso prometía mucho, pero no como esperábamos.










Muchas gracias por comenzar a leer esta historia, espero que te guste y la disfrutes. Actualizare los viernes, hasta entonces, muchos besos 😘

- carcueru~🐢

El idiota que tanto amoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora