-Buenas, ¿que tal ha ido?
-Bien, voy a ducharme.- Tras esto subió las escaleras y desapareció. Me senté en el sofá al lado de Beatrice y suspiré.
-Tienes cara de necesitar algo fuerte. Sal a la terraza, ahora voy yo.
Le hice caso por dos razones. En primer lugar estaba cansada, y no sabía si física o psicológicamente, la respuesta de Oliver me había dejado tocada y confusa. En segundo, necesitaba algo fuerte y despejarme, intentar tener un momento normal en esta nueva vida de locos. Salí a la terraza la cual por alguna razón nunca la había visto y era un oasis precioso. Era un jardín no muy grande, de unos 10m2 pero muy bien aprovechados, tenía césped artificial y plantas que lo rodeaban, además de una valla de madera cercando el recinto. Había un sofá, una pequeña mesa y dos butacas con forma de nido. Me senté en unas de ellas de color blanca y miré al cielo. El sol hacía rato que se había ido.
-Permiso.- Giré y me encontré a la pelinegra con una bandeja y dos tarros de cristal con asa con la bebida en su interior.- Son mojitos.
-Gracias.- Cogí unos de ellos y le di un gran sorbo por la pajita amarilla.
-Hey, más despacio. ¿Qué habéis hecho hoy? Pensé que solo ibais a comer.
-Pasear por el centro comercial.
-No te veo muy entusiasmada.
-Charlamos un rato antes de comer, voy a empezar a correr de nuevo.- Bebí otro largo trago.
-Ya... ¿Te ha hecho algo?¿O dicho algo? Me saca una cuarta pero sigo siendo su hermana mayor.
-No no, no te preocupes. Es solo que... Estoy cansada.
-¿No te ha gustado el paseo?
-¿Te refieres a ir de tiendas? Lo detesto.- Me sorprendía la rapidez con la que había cogido confianza con Beatrice, era muy fácil, al contrario que con su hermano.
-Vaya, entonces tuvo que ser una tortura para ambos.
Iba a hablar pero la figura de Oliver tras nosotras me detuvo. Vestía una camisa azul con las mangas remangadas hasta los codos, unos vaqueros y zapatillas blancas. Nunca lo había visto con ese aspecto.
-Bueno, ¿a dónde vas tan guapo?
-He quedado.- Beatrice dejó de sonreir.- No me esperéis.
Y tras este comentario volvió a entrar para poco después cerrar la puerta detrás de él.
-Ahora parece que la que estás mal eres tu.- Comenté dejando el vaso vacío en la mesa.
-Vamos a necesitar más de estos.- Levantó el suyo.
-Oliver-
"No pretendas que sea un caballero" Debía ser franco con ella si queríamos estar bien. Sabía que me espiaba meses atrás y empezaba a alegrarme su presencia, pero yo tenía mi vida y no la iba a cambiar por unas semanas. En la pizzería, Anna me había hablado, hacía tiempo que no nos veíamos y no voy a mentir, tenía ganas de verla. Era en el bar de siempre, entré y saludé a un par de tíos que conocía, tras esto me acerqué a ella que estaba en la barra. Traía un vestido azul claro de tirantes muy corto y el pelo suelto. Nada más verme sonrió y me dio un beso en la mejilla.
-Pensé que no ibas a venir.- Señalé su copa al camarero y este asintió.
-Pues ya me ves.- Era una chica agradable, la conocía desde hacía un año y medio.
-¿Qué es de tu vida?
-Sabes que no quiero hablar de eso.
-Bien, ¿entonces una copa y nos vamos?
Terminó la bebida y yo la mía de un trago. Necesitaba desconectar y aferrarme a como era yo, seguir mi vida como antes, antes de ella.
-Alex-
Eran las dos de la mañana y aún seguíamos en la terraza. Habíamos pedido comida china y los mojitos no paraban de llegar a la mesa con suficiente alcohol para dos comas etílicos. Nunca había bebido tanto pero después del tercero se bebían como agua.
-¿Cuántos llevo?- Preguntó mirando el vaso como el que mira algo raro.
-Puede ser que seis, u ocho.
-Entran demasiado bien.
-Que me vas a contar.- Podía notar arder mis mejillas y estaba segura de que si me levantaba me iba a desplomar.
-¿Sabes? Me alegra de que estés aquí. Desde que me mudé no he conseguido hacer amigos, supongo que mientras más mayor te haces, más difícil es.
-Tu también me has caído bien.
-Pero me da pena.
-¿El que?
-Que Oliver haya quedado hoy.
-Ah no te preocupes, los chicos son majos.
-No es eso.- Hizo una pausa y suspiró.- Cuando dice que "ha quedado", es que va a salir con una chica.
Mi mente colapsó, no se si por tanto alcohol o por el jarro de agua fría pero mi estómago volvió a removerse. Nunca había sido celosa, pero no puedo negar que imaginarlo tonteando con alguna chica me hiciera enfurecer. Además, no teníamos nada ese idiota y yo ¿cierto? Tan solo compartimos casa. Por no hablar de mi plan, lo importante aquí.
-Bien.- Fue lo único que pude soltar antes de beber un largo sorbo de mojito.
-Lo siento mucho.
-No importa, no tenemos nada.
"Está bien pasar un rato contigo" ¿Acaso yo era un juego para él? Es decir, que me toleraba y nada más. Abrí los ojos y enfoqué mi borrosa vista en el techo, el alcohol había acabado conmigo, pero era incapaz de dormir con semejante telaraña de emociones. Miré el pequeño reloj digital de la mesilla de noche. Las 3:47. Necesitaba dormir si quería salir mañana a correr y mandar a paseo a todos esos pensamientos, conecté los auriculares al móvil y subí el volumen.
Hola a todos. Quiero agradecer el apoyo que le estáis dando con vuestras visualizaciones, de verdad. Espero que os siga gustando.
~carcueru 🐢
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El idiota que tanto amo
RomanceAlex: decidida, alegre y con un pasado que no quiere recordar. Oliver: sarcástico, egocéntrico y terriblemente atractivo. ¿Podrán convivir juntos o su pasado removerá lo que ya estaba enterrado? Historia reformada entera.