Capítulo 6

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Nos sentamos a comer mientras lo miraba y él me respondía con una ligera sonrisa sarcástica. Mamá me pegó un codazo que significó algo así como "Deja de mirarlo tan desafiante" y decidí enfocarme al plato.

-Bueno, ¿y a qué te dedicas?- Rompió el hielo mi madre.

-Estudié económicas hace unos años, pero ahora mismo, con la mudanza...estoy buscando trabajo.

-¿Y tu Oliver?

-Yo estudio bachillerato en el South College.- Sonrió

-Aunque aún no ha ido.- Argumentó regañando su hermana.

-Entonces tu eres el que falta en la clase.- Susurré.

-Si.- Bajé la mirada un poco avergonzada por esa declaración mía.

-Esta empanada está deliciosa Luci.

-Si mamá, te ha quedado muy rica.- Miré de nuevo a Oliver, me respondió y desvié la mirada hacia otro lado.

El resto de la cena fue casi un diálogo entre Beatrice y mamá, apenas hablamos nosotros. Terminamos de comer y la pelinegra insistió en ayudar a fregar a mi madre, así que nos tocó recoger la mesa.

-Así que te llamas Alex.- No respondí, pero no le molestó en absoluto.- Pareces más alta de lo que recordaba.

-Así que no niegas que me empujaste.- Me crucé de brazos.

-No lo hice, tu invadiste mi camino.

-¿Perdona?

-Disculpas aceptadas.- Sonrió sarcástico y lo detesté.

Lo detesté por varios motivos. El primero porque era un idiota sarcástico, prepotente y engreído, y odiaba a la gente así; lo segundo, porque cada vez me acercaba más a él, había más interacción, y me sentía más atraida. Nos despedimos poco después, abracé a Beatrice y después ésta a mamá, el rubio se despidió con la mano y antes de girarse para caminar a su casa me guiñó un ojo seguido de una sonrisa de las suyas. Rodé los ojos y cerré la puerta.

-¡Que intenso!¿Quieres que te ayude?

-No tranquila, vete a dormir. Yo recojo lo que queda.

-Está bien, buenas noches mamá.

-Descansa cariño.

Me puse el pijama y sentándome en la cama encendí el portátil. Inconscientemente miré por la ventana, y lo ví entrar en la habitación, pero enfoqué mi vista hacia la pantalla. Había comenzado una serie nueva y estaba totalmente enganchada a esta. Tenía muchas cosas en la mente y eso me ayudaría a despejarla, aunque duró poco porque me quedé dormida. La alarma sonó a las 5 y media, me cambié el pijama por la ropa deportiva y salí de casa con los auriculares puestos como cada mañana. Las farolas ya no estaban encendidas, aunque las calles aún se viesen oscuras, el sol comenzaba a despuntar entre las casas de techos bajos. Corría liberando tensión, con el aire en la cara...Hasta que noté que mi aire era invadido.

Miré y lo ví. Llevaba unos pantalones cortos negros, deportivas blancas y camiseta de mangas cortas en negro, también usaba auriculares y se veía concentrado, pero a mi me había sacado de mi liberación. Me notaba nerviosa, tensa a su lado, continuamos corriendo pero por mucho que corriese más lento, más rápido... No se movía de mi derecha.

-¿Es que no tienes otro sitio donde correr?- Continuó sin escucharme.- Te hablo a ti.

-¿Que?- Alcanzó a decir quitándose un auricular despreocupado.

-Para correr digo, que si no tienes otra ruta.

-Ah.- Hizo una pausa.- No.- Siguió corriendo al lado mía con cara de concentración.

Solo... tenía que concentrarme en mi música, mi música y la carretera, mi música, la carretera... y aquel insoportable idiota con porte de dios griego que tenía a mi lado. En media hora, la cual se me hizo eterna, llegamos a nuestra calle, cada uno se fue a su casa sin decir ni una palabra, aunque yo no dejaba de mirarlo. Me duché, desayuné y como mi madre libraba hoy le dejé una nota en la nevera. Había terminado temprano, así que decidí ir andando, tampoco estaba muy lejos...

-Reunión de chicas.- Dijo tirándome del brazo y arrastrándome hasta uno de los setos de la entrada del instituto.

-No se, un "hola, buenos días Alex, ¿que tal?"

-Shh, no tenemos tiempo.

-Tu y tus misterios.- Fruncí el ceño.- ¿Qué has hecho?

-¿Por que tendría que hacer algo?

-¿Porque estamos escondidas al lado de los setos tal vez?- Resopló.- ¿Qué pasa?¿Por que tanta urgencia?

-¿Te acuerdas de nuestro amigo?

-Si, Illyak.

-¿Tu crees que yo...?- Suspiró.- A ver, somos amigas desde cuando, ¿toda la vida?

-¿A dónde quieres llegar?

-SAbes que tenemos esas "normas" que las amigas siempre respetan, como los ex de la otra, etc.

-Tori, ve al grano o te juro que...

-Illyak me ha preguntado que si podíamos hacer el trabajo juntos y le he dicho que si.- Acto seguido cerró los ojos y sonrió exageradamente.

-Me alegro...¿mucho? ¿pero que tiene que ver conmigo?- La miré.- Ah, ya veo...

-¿Que?

-A ti te gusta Illyak.- Esbocé una sonrisa sarcástica.

-¿Illyak? Pfff, que dices, ¿yo?...

-Ey mira, ahí está.

-¿Qué? ¿Dónde? ¿Me veo bien?- Dijo alterada mientras yo me reía descaradamente de ella.- No tiene gracia.- Me soltó tras un leve empujón.

-Claro que la tiene.- Continué riendo.

-Bueno, entonces...¿qué te parece?

-Que sois tal para cual.

-¿De verdad?- Se le iluminó el rostro. Asentí y sonrió mucho.

-Bueno, vamos a ir a ver a tu príncipe azul.- La cogí del brazo y avanzamos juntas.

-¿Tu tienes novedades?

-Ay amiga, si tu supieras...

Y mientras le contaba lo de Oliver, la cena y demás, entramos en clase.













Bueno, entró en escena el chico que posiblemente os vaya a volver locas en este libro, ¿qué tal las primeras impresiones? Os leo en comentarios o en las redes sociales @ carcueru  😘

- carcueru~🐢

El idiota que tanto amoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora