Pasó lista y ni las moscas se atrevieron a zumbar, ¿estábamos casi cagadas? Efectivamente. Esperamos a que llegará a el para saber su nombre, la clase se hizo bastante larga y mientras cogía apuntes, notaba como si alguien me estuviese mirando. Me giré despacio y me topé con la cara de mi amiga la loca.
-Mira lo que he hecho.- Dijo en voz baja para que la profesora no le oyera mientras me mostraba sus dibujos varios en el cuaderno.
-¿Y eso es lo que haces en vez de atender?
-Sabes que soy de artes. -Se escusó.
-Lo peor es que después sacas buenas notas. Que asco te tengo.
-Soporta.- Sonreí mientras una leve risa se adueñaba de su rostro.
La clase terminó por fin y pudimos salir a la cafetería, ambas teníamos un hambre, que ni el perro de un ciego. Mientras pasábamos por el pasillo oímos a alguien maldecir detrás nuestra.
-Maldita taquilla.- Era él, moreno, piel blanca y acento ruso. Miré a Tori y esta me miró a mi.
-Se atasca. -Le pegó un golpe y abrió a la primera. -Soy Victoria, pero mis amigos me llaman Tori.- Sus amigos, osea, yo.
-Encantado Vic...
-Tori. - Sonrió decidida.
-Tori, yo soy Illyak.
-Ah bueno, y ella es Alex.
-Hola.- Sonreímos.
-¿Nuevo? - Observé la conversación, Tori ligaba muy raro.
-Si, me he mudado hace poco.- Y comencé a pensar, ¿Y si era mi nuevo vecino?
-Pues no hay problema, te enseñamos la cafetería.
-¿Ahora no hay clase?
-No, es la hora del desayuno.- Dije antes de que mi amiga siguiera.
-¿No tienes el horario? No te preocupes, Alex te lo pasará, por aquí criaturas. - Concluyó colocando una mano en su hombro y otro en el mío. Rodeé los ojos y nos adentramos en la cafetería, cogimos una bandeja cada uno y algo de comer ya que estábamos hambrientos.
-Bueno, ¿que te parece el Instituto? -Preguntó curiosa a Illyak.
-Apenas lo conozco.
-Ya...
-Lo siento Tori, te llaman para recogerte. - Dijo una chica de pelo castaño.
-¿Te vas? -Pregunte nerviosa.
-Si. -La miré como si los ojos se me fueran a salir de las órbitas y negué rápido. -Os la apañareis sin mi, dale el horario y enséñale esto. Es fácil.
-Pero...
-Tengo cita, adiós. ¡Encantada!
Y con eso y un guiño se fue, maldita Tori, la estaba maldiciendo mentalmente para 5 vidas más mientras fuera de mi mente, solo había silencio. Decidí romper un poco el iceberg.
-Bueno, pues ahora tenemos historia...
-¿Te importa si me siento contigo? -Se acercó y me digo en voz baja. -Me da miedo las de clase.
Reí levemente y me siguió. Y no lo culpaba, 10 chicas viniendo hacia ti siendo nuevo en un sitio tan grande... Daría terror a todo el mundo. Terminamos de comer y cogiendo los libros volvimos a clase.
-Buenas tardes chicos, hoy daremos geografía, ¿qué os parece?- Todos comenzaron a hablar mientras la profesora encendía la pizarra digital.
-Es mi asignatura favorita.- Dije rompiendo el hielo.
-¿Que daremos hoy? - Preguntó mientras ojeaba su libro.
-No lo sé. -Me miró extrañado y sonreí. - De vez en cuando la profesora nos sorprende con clases de Geografía o curiosidades. Es la misma profesora que el año pasado.
Este asintió no muy convencido y prestamos atención a las explicaciones.
-¿Alguien sabe cual es el país con más zonas horarias? A ver, veamos, tú. - Señala a Illyak.
-Rusia, con 11 husos horarios.
-Muy bien, tu eres Illyak ¿no? -Asintió.- Cuéntanos más cosas sobre ese país.
-Bueno, es la ciudad más fría, tiene la línea de ferrocarril más larga del mundo... Y, el lago Baikal es el más antiguo.
Mientras la profesora lo felicitaba, y las chicas del aula se lo comían con la mirada, yo pensaba que era la persona ideal... Para Tori, e iba a hacer que esos dos estuviesen juntos. La clase fue muy relajada comentando preguntas, aprendiendo nuevas curiosidades y demás. Al acabar recogimos todo y salimos del edificio.
-Bueno, yo me voy por allí.
-Yo también voy por allí, luego ya giro a la izquierda.
-Vamos entonces. - Comenzamos a caminar por la acera.
-Entonces, ¿mañana hay matemáticas a primera?
-Si, por cierto, toma.
-¿Que es este papel pequeño?
-Mi número, será mejor que lo tengas por si te lías o tienes dudas de algo.
-Oh, muchas gracias Alex.
-De nada, hasta mañana.
-Adiós.
Volví a casa con los auriculares puestos escuchando el soundtrack de la serie a la que estaba enganchada.
-Ya estoy en casa. - Dije con una sonrisa.
-Hola cariño, veo que no has hablado con Tori.
-Pues no, ¿qué ha pasado?
-Deberías de ir a verla.
La miré y noté tristeza en sus ojos, así que corrí hacia su casa cogiendo la bici. Me monte en ella y pedaleé hasta llegar a la fachada en menos de diez minutos. La dejé tirada en su jardín y aporreé la puerta.
-Tori, ¡Tori! ¿Qué ha pasado? - Su madre abrió.
-Alex cariño, esta en el salón.
-¿Pero esta bien? - Dije preocupada mientras entraba y ella cerraba tras si.
La ví junto a si tía, me vió y corrió a abrazarme con los ojos llenos de lágrimas que aún no se habían desbordado y resbalado con las demás que ya ocupaban sus mejillas. Le acaricié el pelo para tranquilizarla a pesar de no saber que le pasaba, y es que así son las mejores amigas, pase lo que pase, siempre van a estar ahí. Nos sentamos en el sofá y habló con dificultad.
-Calcetines vino por primera vez en mi mochila, la roja, ¿te acuerdas? Lo encontramos en la calle. -Asentí. -Y ahora, ahora ya no...
Volvió a perderse en mi hombro mientras se desahogaba. Calcetines era el dulce y mimado conejito de Tori. Teníamos 9 años cuando lo encontramos al lado de la iglesia, y ahora, 8 años después, había abandonado la tierra. Lo enteramos allí, en el jardín, en una bonita caja de zapatos mientras Tori lloraba y mis ojos se cristalizaban al ver a mi amiga así. Llamé a mi mamá para decirle que me iba a quedar a dormir lo cual entendió a la perfección, todos queríamos a esa bolita de pelo blanca.
A las 6 y media de la mañana, sin querer despertar a Tori, volví en bici a casa para poder descansar un poco antes de ir al Instituto. No se encontraba bien, así que decidió no venir, pero me dijo que estaría bien, que fuese yo y que le hablará después de las clases, así que eso hice. Y ahí estaba yo, a las 6 y media de la mañana, montada en mi bici, a punto de despertar al sol. Llegué y ví la silueta del corredor fugitivo, pero había tenido suficiente por hoy así que desvíe mi vista a la puerta, abrí y sigilosamente subí a la habitación para acabar tirándome en la cama y dormirme al instante.
Muchas gracias por comenzar a leer esta historia, espero que te guste y la disfrutes. Actualizare los viernes, hasta entonces, muchos besos 😘
- carcueru~🐢
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El idiota que tanto amo
RomanceAlex: decidida, alegre y con un pasado que no quiere recordar. Oliver: sarcástico, egocéntrico y terriblemente atractivo. ¿Podrán convivir juntos o su pasado removerá lo que ya estaba enterrado? Historia reformada entera.