Llegué al Instituto tras un café doble y grandes ojeras y al entrar ví a Illyak.
-Buenos días Alex.
-Buenos días.
-¿Y Tori? - Dijo mirando a las lados
-No va a venir, Calcetines ha muerto.
-¿Quien?
-Su conejito, ha muerto.
-Vaya, lo lamento muchísimo.
-Es ley de vida, ella esta destrozada. - Dije parpadeando lento debido a mis pocas horas de sueño.
-Lo entiendo, y veo que tu también.
-No yo no, bueno, claro que me ha dolido, pero no es eso. He Estado toda la noche con ella, apenas he dormido.
-¿Quieres café?
-No gracias, parece que tras el segundo ya no hacen efecto. Vamos a clase.
Lo cierto es que me parecía una persona muy maja, era bastante guapo cabe destacar, me gustaba su acento, y lo veía muy ingenuo, era perfecto para mi mejor amiga, se complementarían. La mañana fue tranquila, gracias a Dios, reímos un par de veces y nos sentamos juntos porque aún no se veía capaz de hacerle frente a todas esas desesperadas. Todo iba bien, por lo menos en el Instituto. Al terminas las clases volví a casa en tren, compre patatas y me pase por casa de la chica rubia para ver como estaba.
-Te traigo patatas. La señorita Green me ha preguntado por ti en privado. -Cogió la bolsa.- ¿Cómo estas?
-Mejor, muchas gracias por todo. - Nos abrazamos.
-Para eso estamos.
-¿Entras?
-Mi madre me espera para comer antes de irse.
-Claro, nos vemos mañana en el Instituto.
-Te quiero mucho. -Dije abrazándola de nuevo.
-Y yo a ti, gracias por las patatas, adiós.
-Adiós.
Cerró la puerta y baje las pequeñas escaleras, sonó mi móvil y mire la pantalla: "Mamá: tenía reunión, vuelvo para cenar. Con cariño mamá. " Así que caminé de vuelta a casa con los auriculares puestos. Llegue a mi calle y ví a una chica unos años mayor que yo descargando cajas de su coche en la casa nueva, no era el mismo coche lujoso de la primera vez, así que supuse que el primero sería de sus padres. La veía un poco apurada y me acerqué a ella.
-Hola, ¿necesitas ayuda?
-Pues si no te importa de coger la caja de arriba... -Dijo sosteniendo varias cajas una encima de otra. La cogí y las colocamos en el porche.
-Conozco a la dueña.
-¿La señora Chester? Es encantadora.
-Si que lo es, por cierto, soy Alex, vivo ahí. - Señale la casa de enfrente.
-Encantada, yo soy Beatrice. ¿Y dices que conocías a la señora Chester? Seguro que te dijo que vendría un matrimonio joven. Y por eso te sorprende verme a mi.
-Perdona, no quería meterme...
-No te preocupes, el caso es que si que venía un matrimonio joven, pero por lo visto tuvieron que irse a Europa. Trabajo.
-¿Y como acabaste aquí?
-Bueno, nos gustó mucho a los tres. Mi padre viaja mucho, así que cuido de mi hermano.
-Bueno, pues bienvenida al barrio. -Dije dejando la última caja, con la charla habíamos terminado en un segundo. -Si necesitas algo, mi madre y yo estamos encantadas.
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El idiota que tanto amo
RomanceAlex: decidida, alegre y con un pasado que no quiere recordar. Oliver: sarcástico, egocéntrico y terriblemente atractivo. ¿Podrán convivir juntos o su pasado removerá lo que ya estaba enterrado? Historia reformada entera.